¿La realidad es igual para todo el universo o cada ser construye un mundo a semejanza de su imagen? Si nos atenemos a la definición psicoanalítica de la realidad dirá que “es aquello que parece ser”; para un científico será “existencia real y efectiva de algo”; mientras que para un esquizofrénico como Philip K. Dick “aquello que cuando dejamos de creer en su influencia, tampoco desaparece”.
En los noventa, con el auge de Matrix se puso en boga la idea de que todo es una ilusión óptica que nos impide aceptar las cosas tal y como son. En el filme se plantean dos tipos de existencia: la ilusoria y otra tangible. Pero esta alegoría no fue un invento de los hermanos Wachowski. 427 años antes de Cristo, Platón, en el VII libro La república, sugería a través del mito de la caverna, la existencia del mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo de las ideas (solo alcanzable mediante la razón). Dos realidades para una misma visión.
Desde el costado más exacto, se puede argumentar que, para recibir información, el cuerpo humano se nutre de una fuente externa (los sentidos) y una interna (la memoria) ¿Pero qué ocurre cuando uno de estos canales emite una interpretación ambigua? Se produce una distorsión de la realidad. Las falsas percepciones pueden ser de carácter fisiológico, producto de una reacción química que se trasmite de los ojos al cerebro, como cuando nos encandila una luz potente. O de carácter cognitivo: cuando las vías del tren parece que se van uniendo a los rieles.
Para los neurólogos, el problema radica en cómo percibimos la realidad. Muchos especialistas sostienen que las imágenes que recibimos, son una adaptación de los sentidos, que construye en nuestra mente una aproximación de lo que nos rodea. La causa de esta disociación se debe a una imperfección en nuestro sistema sensorial. Porque el mundo tridimensional es procesado en dos dimensiones por nuestro cerebro. Y, al no poder reproducir con exactitud los objetos del entorno, el sistema visual deber recurrir a trucos para percibir el ancho, el alto y la profundidad.
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6 comentarios:
Interesting...con lo cual, y aludo al último dato, al que dan los científicos de nuestro cerebro, nuevamente deberíamos asumir que los sentidos nos engañan, como ya lo supo Platón y lo asumió Descartes, y a mí, al menos, me fascina y horroriza a la vez: ¿Cómo es entonces que son las cosas? ¿más bellas o más horrendas?, ¿más coloridas y complejas?
¡Buen post!
La duda está en saber que fuerza prevalece. Si la razón aplicada o la razón conceptual.
la razon aplicada prevalece porq nos permite manejarnos entre los hombres y las cosas. la razon conceptual es divertida.. puedo volar con ella
antes de preguntarse qué cosa es la realidad, habría que preguntarse cómo conoce el hombre.
esta paginas es una pUTISSIMA mierdda que cago cada mañana al recordarla
Existen varios tipos de conocimiento. El de la opinión y el de la epistemología como lo señala Platón. En ambos se presenta un proceso difícil y muchas veces distorsionado de la realidad.
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