JUSTICIERO MALDITO

Seis secuencias de un mismo Bruce CampbellDeben existir pocas figuras provenientes del cine clase B que gocen del prestigio y la reputación del señor Bruce Campbell. La especialidad de este cazador de mutantes son las comedias de terror, género al que consagró gran parte de su carrera cinematográfica. Pero que los filmes hayan sido de bajo presupuesto no implica que la historia también lo sea. Incluso, algunos títulos como la trilogía The Evil Dead (1982, 1987, 1993) que lo tuvo como protagonista, es considerada en todo el mundo una obra de culto por su mezcla de sangría diabólica y situaciones inverosímiles.

Si hay algo para reconoce de este actor es que en lugar de convertirse en una estrella polirubro prefirió conservar su estilo histriónico y el bajo perfil en el cartel. Además de trabajar junto a Sam Raimi en Evil Dead I y II, más Army of Darkness (acá Noche Alucinante y El Ejército de las Tinieblas) brilló en Bubba Ho-tep (2002) donde interpretaba a un émulo de Elvis internado en un hospicio, que se enfrenta a un mal ancestral. Su estreno más reciente es My Name is Bruce (2007) donde deberá liberar a un pueblo de una legión infernal.

El hombre con el mentón acordonado tuvo variasinterpretando el papel de  Ashley J. en The Evil Dead apariciones fugaces en las tres películas de Spider-Man, hizo el papel de un demonio en el episodio de The X-Files "Terms of Endearment, en Escape from L.A. (1996) de John Carpenter se calzó la mascarilla del cirujano plástico y dio la cara en varios filmes de los hermanos Cohen. También, prestó su voz para algunos videojuegos.

Como todo actor que no acepta las reglas de la industria, padeció el rechazo y la arbitrariedad de los productores. En un principio, su amigo Sam Raimi lo había elegido para protagonizar Darkman (1990) pero a último momento, el estudio decidió sacarlo del medio y darle el papel al desabrido Liam Neeson. Algo semejante le ocurrió con The Phantom (1996) donde fue relegado por el galán de entonces, el hoy ignoto Billy Zane.

SEGUIR LEYENDO...

LA DECADENCIA DEL IMPERIO

Collage con los trabajos de Terry RodgersNo por repetitivas, las escenas que pinta Terry Rodgers dejan de tener una fuerte crítica social. Este artista figurativo se encarga de retratar en grandes lienzos y con llamativos colores, la decadencia de la burguesía norteamericana. En sus pinturas al óleo, la desnudez del cuerpo forma parte de un paisaje tan característico como los vasos a medio llenar o los collares que penden de cuerpos esculturales. El observador de la obra es también una suerte de vouyear al que se le abren las puertas de una mansión en donde se celebran los excesos. Bienvenidos, la función está por comenzar. Aflojen sus cinturones.

Incluso, en algunas obras, el erotismo desinhibido se presenta como parte de un compromiso social más que como un rito de amor colectivo. Los rostros de hastío e indiferencia de la W.A.S.P. (acrónimo de White, Anglo-Saxon and Protestant) y su entorno de influencias, no hacen más que reflejar el desencanto de aquellos individuos cuyo porvenir es como una línea constante en el horizonte.

Es el propio Rodgers quien sostiene “Mi esperanza es que al final, estas pinturas muestren seres humanos genuinos, frágiles, que intentan proyectar algunos de sus temores. Cada uno de ellos es único en su extensa individualidad -en sus cabellos, sus ojos, sus labios, sus manos- y todos; independientemente el uno del otro, pelean y luchan encontrando soluciones simples superficiales, escapes efímeros a las adivinanzas eternas de la conciencia”.

SEGUIR LEYENDO...