EL ORIGEN DEL MIEDO

Christopher Lee protagonizó al vampiro en siete películasCorría el año 1934 y el actor Will Hammer se asociaba con la distribuidora Exclusive y daba origen a la productora británica Hammer Films, considerada un referente en materia de terror gótico y ciencia ficción. A lo largo de su historia, alternó la gloria con el fracaso: fue enterrada y volvió a resucitar en varias ocasiones. En su lucha por la subsistencia fue testigo del nacimiento de la televisión, las calamidades de la Segunda guerra mundial y el auge de las películas clase B. Siempre dentro del mismo género, en los 70’ apostó por los filmes eróticos, en los 80’ produjo una serie de televisión, en los 90’ se tomó un descanso y actualmente, realiza una miniserie por Internet. Pasen y vean.

En su segunda fundación, la Hammer Films Production pasó a la posteridad gracias a la dupla actoral compuesta por Peter Cushing y Christopher Lee. Esta pareja antagónica rodó cerca de 22 películas (14 con otras productoras) desde La Maldición de Frankenstein (1957) hasta el cierre en la saga de La Guerra de las galaxias, donde personificaron en distintas épocas, al conde Dooko y al Gran Moff Tarkin. Sus criaturas más célebres fueron Drácula, el Barón Frankenstein, Sherlock Holmes, la Momia, el hombre-lobo, entre otros. Acaso por su memorable personificación del conde drácula -cuya capa vistió en siete ocasiones- Lee fue identificado como el malo y Cushing jugó de perseguidor.
La Maldición de Frankenstein marcó el inicio de la terna  Peter Cushing, Christopher Lee, Terence Fisher
Y si bien en sus inicios Hammer Films se dedicó a las comedias y la intriga, no fue hasta su desembarco en los Estados Unidos que la mítica realizadora conoció el placer del miedo. Pero si Peter Cushing y Christopher Lee eran los rostros del espanto, el director Terence Fisher fue el visionario que impuso un estilo tan despiadado como preciosista. Se lo recuerda por ser el primero en filmar terror en Technicolor. Entre cortos, series, pilotos y unitarios, Fisher contabilizó un total de 200 filmes. Entre sus éxitos más significativos se cuenta: Horror of Dracula (Drácula - 1958), The Hound of the Baskervilles (El perro de Baskerville - 1958), The Mummy (La Momia -1959), The Curse of the Werewolf (La maldición del hombre lobo - 1960) y The Gorgon (La Gorgona – 1964). A él le siguieron otros buenos directores como Val Guest, John Gilling, Roy Ward Baker, Seth Holt y Freddie Francis, pero ninguno logró emular sus condiciones.

En los setenta la productora volvió a cambiar de pelaje. La fórmula del negocio era sangre + erotismo= cine bizarro. De lo poco que se salva de las llamas aparece: Countess Dracula (La Condesa Dracula - 1971), Blood from the Mummy's Tomb (Sangre en la tumba de la Momia - 1971), Vampire Circus (El circo de los Vampiros - 1972) y The Legend of The Seven Golden Vampiros (Kung Fu contra los siete vampiros de oro - 1974).
Antes de su decadencia definitiva quedaba la televisión, donde a principios de los 80’ confeccionó los 13 episodios de Hammer House of Horror.
La versión de La momia de 1959, con Peter Cushing y Christopher Lee, dirigida por Terence Fisher, fue restaurada a color en el año 1987
Pero como en los siguientes 28 años ninguno de sus herederos se presentó a reclamar el cadáver, un grupo inversor adquirió la marca y apostó por el formato virtual. Beyond the rave, consta de 20 episodios de 4 minutos, que se estrenan semanalmente por MySpace. Dirigido por Matthias Hoen, la historia trata sobre un soldado inglés que en una fiesta electrónica pierde amigos y prometida a manos de unos vampiros bailarines. ¿Qué seguirá después?

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REENCUENTRO

Gabriel Byrne,  Max von Sydow, Susan Sarandon y de espaldas, Christopher Plummer

El pasado no siempre es lo que ocurrió sino también aquello que nunca termina de suceder. Muchas veces, las consecuencias del ayer se mezclan con el presente bajo la forma de recuerdos quietos. De esa cárcel temporal que arma la memoria trata Emotional Arithmetic, un filme en donde se refleja la carga que representa ser un sobreviviente al holocausto luego de 65 años. Un elenco de figuras experimentadas que actúan con la simplicidad de lo cotidiano y un guión rico en claroscuros, son los engranajes motores con los que cuenta esta producción.

La historia tiene como trasfondo los campo de Drancy -por el barrio al noreste de Paris donde se ubicaba- una zona de tránsito entre campos de concentración, para contener a los judíos extranjeros residentes en Francia. Estuvo bajo el mando de la policía francesa hasta que fue traspasado a los nazis en el año 1942. Se estima que unos 70 mil prisioneros pasaron por sus instalaciones hasta que en 1944 los alemanes comenzaron a deportar a los cautivos hacia otros destinos. La gran mayoría fue a parar a Auschwitz-Birkenau y unos pocos, al campo de exterminio de Sobibor. En Emotional Arithmetic este contexto funciona como la mecha que da lugar a la explosión.

Pero la trama que está decidido a contar Paolo Barzman, no está rodeada de alambres de púas ni de insignias relucientes. Por el contrario, transcurre en la campiña canadiense de Québec y la familia afincada en aquella abstracción bucólica vive sin preocupaciones. Pero las apariencias engañan y lo que por fuera es amor y felicidad, en la intimidad de los habitantes se irá convirtiendo en amargura y reproches. Pero para visitar la incomodidad no habrá prisa ni desmesuras y la trama se irá desarrollando progresivamente, al tiempo que los personajes elijan para referir sus tormentos.

De qué va. Después de buscarlo durante años, Melanie (Susan Sarandon) descubre que Jakob Bronski (Max von Sydow) está internado en un hospital psiquiátrico y sin dudarlo, lo invita a vivir a su casa. Pero aquel viejo ermitaño llegará con una sorpresa que hará revivir los traumas de antaño.

Al hueso. Con frecuencia se dice que un gran equipo necesita de un técnico de igual prestigio Christopher y Melanie tienen mucho para contarsepara sacarlo adelante. Esta regla tácita puede servir para explicar por qué Emotional Arithmetic no se convirtió en una gran película. Paolo Barzman es un debutante cargado de buenas intenciones a las que nunca termina de redondear, porque da la sensación de que algo se le escapa. Para que un objeto brille hay que pulirlo a conciencia pero también, ponerle un poco de carácter. Entre debilidades y flaquezas, Barzman se encontró en la pista de un circo lleno de fieras a las que no consigue domesticar. De todos modos, la distracción del espectador está garantizada, no por virtud del domador sino por mérito de sus leones.

En definitiva. Un típico filme independiente con escasa pomposidad escénica y un guión pausado, para quienes busquen una reflexión antes que un pasatiempo.
Score 6/10

TITULO: Emotional Arithmetic Afiche de Emotional Arithmetic
ESTRENO: (Sin fecha en Argentina)
ORIGEN: Canadá
AÑO: 2008
DURACION: 99 minutos
DIRECTOR: Paolo Barzman
REPARTO: Susan Sarandon (Melanie Winters), Christopher Plummer (David Winters), Gabriel Byrne (Christopher Lewis), Roy Dupuis (Benjamin Winters), Max von Sydow (Jakob Bronski), Dakota Goyo (Timmy Winters), Domini Blythe (Jane Radley), Kris Holden-Reid (Jakob de joven), Regan Jewitt (Melanie de joven), Alexandre Nachi (Christopher de joven)
GUION: Jefferson Lewis; basado en la novela de Matt Cohen
MUSICA: Normand Corbeil
FOTOGRAFIA: Luc Montpellier
MONTAJE: Arthur Tarnowski
SITIO OFICIAL


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EL PODER DEL MITO

El jardín de las delicias de Hyeronimus BoschAl igual que el sistema de creencias compartido por la mitología greco romana, este paralelismo se repitió en otras doctrinas como ocurrió con la tradición egipcio-cristiana. Acaso porque todos los cultos nacen de un mismo principio fundador que es la moral. La transmisión oral de estas enseñanzas sirvió para fijar los valores de las antiguas comunidades, articuladas a través de relatos simbólicos que permitían contar la historia de un pueblo, incorporar enseñanzas espirituales y planteos metafísicos. Pero como la sociedad moderna perdió la confianza en los mitos, no quedaron argumentos para explicar el odio, las guerras o el amor.

A esta campaña de desaliento se suma Zeitgeist, un documental de libre distribución, que también se lo puede ver desde Google videos. La primer parte de esta exposición maniqueísta de la historia, se dedica a marcar las coincidencias de Jesucristo con las del dios egipcio Horus, quien amaneció unos 3 mil años antes.
Así, refiere que esta deidad representada con cabeza de halcón y cuerpo humano, fue bautizada a la edad de 30 años por alguien llamado Anup, que era seguido por 12 discípulos, fue hacedor de milagros y luego de ser traicionado por Typhon, terminó en la cruz. También, que Horus fue enterrado y resucitó a los tres días de muerto. Estos mismos hechos hacen referencia a otros profetas como Dionisio de Grecia, Mithra de Persia, Krishna en la India, nacido de la virgen Devaki y muchos más.
Lo cierto es que al terminar de ver Zeitgeist no se deduce cuando empieza la crítica y donde concluye el hallazgo. ¿Acaso porque su propósito es anunciar que todos los dioses son uno? ¿Que es prudente desconfiar de las religiones? ¿O que la única verdad está en The Matrix? Quien sabe.

Y lo que en el filme se presenta como una clave arqueológica, es un axioma que nadie discute. Sin ir tan lejos, Joseph Campbell, uno de los investigadores más prestigioEl Ojo de Horus es un símbolo de características mágicas, purificadoras, sanadoras, emblema solar que encarnaba el orden, lo imperturbado, el estado perfecto.sos sobre cultos ancestrales, declara que "los modernos estudios que sistemáticamente han comparado mitos y ritos de la humanidad, han encontrado por todas partes leyendas sobre vírgenes que han concebido héroes que murieron y nacieron." Tampoco se trata de negar que los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, la cual -erróneamente- los evoca como historias reales. Porque su función no es manipular a sus fieles sino otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales de la humanidad. Una sociedad sin mitos es una sociedad que rechaza su herencia. Que no cree en el pasado, porque perdió la memoria. Y la única ley que reconoce es la del acero.

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MATAR LOS CIELOS

Don Friedrich Wilhelm Nietzsche fue uno de los intelectuales que más influyó en el dogma contemporáneo. Si bien abordó diferentes enfoques, el eje de su pensamiento lo constituyen: la voluntad de poder, el superhombre, la auto superación de la moral y el eterno retorno. Una de sus máximas más celebradas dice que “Dios ha muerto”, a través de la cual pretende desenmascarar los intereses que subyacen en la genealogía de los criterios morales. Porque pensar al ser desde la razón ha consistido históricamente en asumir a Dios como garante y fundamento del ser. Pero Dios [atentos con esto] no es más que un concepto creado por el hombre como reacción y defensa conceptual ante el imparable devenir de la vida, de la realidad y de la muerte.

Según Nietzsche, la muerte de Dios es, en realidad, la ruptura con el monoteísmo cristiano, para quienes sólo existe un Dios y una verdad única. Y la consecuencia de aquella muerte es el colapso de los valores vigentes de la sociedad occidental.

Si bien el tema es bastante más profundo de lo que aquí se presenta, los caminos de la simplicidad ofrecen diferentes atajos. Otra forma de entender esta metáfora es a través de un corto de ciencia ficción llamado Beauty is the Promise of Happiness, de Jon Yeo, del que seguramente el señor Friedrich se sentiría orgulloso si lo llegara a ver.






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ENEMIGO SILENCIOSO

el miedo se avecina a la ciudadEn una sociedad en donde todas las piezas encajan sin fricción, un desajuste en alguna de sus articulaciones puede significar la desintegración de aquel andamiaje colectivo. Parte de esta fantasía apocalíptica se reconstruye en El Fin de los Tiempos, un filme en donde se muestra como las estructuras de un Estado de control colapsan ante la amenaza de una fuerza indefinida. Pero a diferencia de otros títulos similares como Cloverfield (2008), I Am Legend (2007), o War of the Worlds (2005) en donde existe un adversario concreto, en este caso, la lucha es contra la propia desesperación.

Luego de la resbaladiza Lady in the Water (2006), el director M. Night Shyamalan vuelve a una de sus especialidades: películas de suspenso basadas en un enigma. Así, el único conflicto que bordea el relato puede aparecer de entrada, como en El Fin de los Tiempos, o develarse progresivamente como en Signs (2002). Pero en todos los casos, la historia esconde un pequeño secreto que mantiene la llama del relato hasta el final y en algunas ocasiones (The Village - 2004) se resuelve en el último fotograma y en otras, como en The Sixth Sense (1999), da un giro inesperado a la narración.


Uno de los aspectos destacados en la filmografía de Shyamalan es la prudente dosificación del espanto. El mismo no brilla por su exceso pero una correcta distribución en las escenas claves, garantiza la continuidad de una historia creíble en donde nada sobra pero tampoco hay algo que le falte. Esta virtud para crear climas de suspenso y colocarlo justo que cuando la trama decae por su peso, lo convierte en una de las cámaras más talentosas y personales de Hollywood.

De qué va. Algo insólito les ocurre a los habitantes de New York, quienes empiezan a actuar extrañamente. Este comportamiento anormal, de a poco, se propaga a otras ciudades de la Costa Este del país.

Al hueso. A Shyamalan se lo acusa de poco pretencioso y de que sus filmes sugieren más de lo dos mujeres buscan defenderse de la amenaza ecológicaque exhiben. Y es cierto. Pero una de las características de este director indio es su fascinación por los acontecimientos particulares antes que por otros de carácter general. El tópico de la infección masiva que extermina a la población, puede ser tratado con una visión más integral, como en 28 week later (2007), o ensayar una aproximación más intimista del conflicto -como en El Fin de los Tiempos- donde la cámara sigue el rastro de tres sobrevivientes que buscan una explicación a los hechos. Pero a diferencia de trabajos anteriores, esta película se destaca por un libreto menos original, giros un poco más previsibles y un horror más visual que alusivo. Sin embargo, conserva la austeridad narrativa de siempre y el lirismo necesario para convertir el horror en algo bello.

En definitiva. Una historia que no va a defraudar a sus seguidores y mantendrá en tensión a quienes busquen diversión, una trama interesante y algo de suspenso.
Score 6/10

TITULO: El Fin de los Tiempos Afiche de The happening
ORIGINAL: The Happening
ESTRENO: 19 de junio del 2008 (en Argentina)
ORIGEN: EE-UU.
AÑO: 2008
DURACION: 90 minutos
DIRECTOR: M. Night Shyamalan
REPARTO: Mark Wahlberg (Elliot Moore), Zooey Deschanel (Alma Moore), John Leguizamo (Julian), Betty Buckley (Sra. Jones)
GUION: M. Night Shyamalan.
MUSICA: James Newton Howard
FOTOGRAFIA: Tak Fujimoto
MONTAJE: Conrad Buff
SITIO OFICIAL



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