LA TIERRA PERMANECE

los soldados israelíes atraviesan una ciudad deshabitadaLas heridas de batallas más severas no son las que están representadas por una cicatriz, sino aquellas que no dejan rastro. En el filme de animación israelí Vals Im Bashir se trata la realidad paralela que viven los soldados en un campo de batalla, un hecho que no consigue ser asimilado por el conjunto de la sociedad. Porque cuando esos muchachos regresan al hogar, su familia está hastiada de muerte y no quieren compartir el horror acumulado. El mejor camino para esos recuerdos traumáticos será el olvido. El éxito cosechado por el filme, dio origen a una novela gráfica, escrita por el propio director junto a David Polonsky, que se complemente a la perfección con la trama cinematográfica.

En esta ópera prima de la animación para su director y protagonista, Ari Folman, tiene la particularidad de ser un documental sobre la guerra entre Israel y el Líbano en donde los testimonios, retratados casi a la perfección en sus poses y movimientos, corresponden a personas reales.
Cabe señalar que el filme fue estrenado en el Festival de Cannes, obtuvo el Globo de Oro a la Mejor Película de Habla No Inglesa y fue una de las candidatas a los Premios Oscar, donde sorpresivamente fue desplazada por la japonesa Departures, de Yojiro Takita.

De qué va. El nudo del la historia ocurrió en el año 1982, en las localidades de Sabra y Chatila, el Líbano, cuando un grupo de falangistas cristianos entró a un campo de refugiados palestinos y masacró a unos tres mil civiles inocentes, ante la absoluta pasividad de las tropas israelíes. La matanza fue una represalia por el asesinato del líder falangista y futuro presidente libanés, Bachir Gemayel, ocurrido dos días atrás.

Al hueso. Los primero que sorprende a los espectadores en Vals Im Bashir es el tratamiento de las imágenes. Hay algo en los desplazamientos de vehículos, fachadas de edificios y gestos de la guerra también tiene sus treguas y los combatientes aprovechan la playalos soldados, que por momentos, los vuelven de carne y hueso. Algo similar había mostrado Richard Linklater en Waking Life (2001) y
Scanner Darkly (2006) donde utilizaba una técnica mixta de animación denominada rotoscopiado, que consiste en rodar tomas en video y tras un procedimiento de calcado digital, transformaba a los actores en figuritas de colores. Pero no quedan dudas de que Folman llevó un paso adelante este método ideal para retratar fantasías oníricas.

Y si bien el director asume como propia la tesis del Gobierno israelí, donde los responsables fueron únicamente los falangistas, deja de lado el costado más político de la historia para reflexionar sobre la insensatez de los conflictos que hasta el día de la fecha, sacuden a Oriente Medio. Y aunque no es indispensable conocer los detalles sobre la guerra entre estas dos naciones, el ritmo narrativo es muy dinámico, no está de más manejar la información básica para captar algunos puntos claves del conflicto.

En definitiva. Un hecho verídico que sacude por la crudeza de los hechos y el tratamiento de los fotogramas, aunque no inquieta ni tampoco abruma.

6/10 Clic para agrandar

TITULO: Vals con Bashir
ORIGINAL: Vals Im Bashir
ESTRENO: 30 de abril, en la Argentina
ORIGEN: Israel, Francia y Alemania
AÑO: 2008
DURACION: 86 minutos
DIRECTOR: Ari Folman
PRODUCCION: Ari Folman, Yael Nahlieli, Serge Lalou, Gerhard Meixner y Roman Paul
GUION: Ari Folman
MUSICA: Max Richter
MONTAJE: Nili Feller
SITIO OFICIAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Donde mueren las palabras