El filme An American Crime es una historia verídica que tuvo lugar en la ciudad de Indianápolis en el año 1965. Para intentar esclarecer un hecho tan despiadado, los medios agotaron litros de tinta sobre el proceso judicial caratulado “El estado de Indiana contra Baniszewski”. Como para entender su impacto social, los abusos perpetrados son comparable con los de Natascha Kampusch, la joven austriaca que permaneció secuestrada durante ocho años en un sótano en la afueras de Viena y con el caso María Soledad Morales, la adolescente violada y asesinada en la provincia de Catamarca, en Argentina.
El punto de equilibrio radica en el grado de verosimilitud que se pretenda otorgar al relato. Uno puede apostar por un docudrama livianito al estilo Capote (2005), lograr algo más serio como el fabuloso Capturing the Friedmans (2003) o salir a buscar la provocación como en Hard Candy (2005). Lo que nadie parece haberle explicado al novato de Tommy O'Haver es que no se puede realizar un filme de horror con un tema tan sensible a la opinión pública y salir indemne del asunto.
O acaso el nivel de morbosidad es tan ancho que el espectador está dispuesto a soportar los maltratos y vejaciones de una niña, sólo para comparecerse de sus padecimientos. Hace falta llegar al detalle de la brasa tostando la piel para explicar el sufrimiento. O para repudiar el abuso de menores es menester montar una farsa comercial como la de O'Haver, que pretende sacar partido del dolor ajeno. Eso sí, la única sutileza que se permitió su director quedó registrada en el afiche, digno de un creativo independiente.
De qué va. La señora Gertrude Baniszewsky, es viuda, está enferma, no tiene trabajo y carga con siete hijos. Para conseguir un ingreso, acepta cuidar por un tiempo, a las dos hijas de una pareja que trabajan en un circo ambulante.
Al hueso. Unos meses antes del estreno de An American Crime, se presentó The Girl Next Door (2007) que se refiere al mismo caso de la familia Baniszewski, pero con otros nombres y basado en los textos homónimos de Jack Ketchum. La diferencia entre una y otra es que en la primera, está integrada por un elenco de lujo y la otra, para suplir la falta de figuras, recurre al sadismo más extremo para darle consistencia a los sucesos. Pero desde lo argumental, la narración no aporta nada nuevo, la construcción de los personajes es muy plana y se desemboca en una tragedia similar.
El punto de equilibrio radica en el grado de verosimilitud que se pretenda otorgar al relato. Uno puede apostar por un docudrama livianito al estilo Capote (2005), lograr algo más serio como el fabuloso Capturing the Friedmans (2003) o salir a buscar la provocación como en Hard Candy (2005). Lo que nadie parece haberle explicado al novato de Tommy O'Haver es que no se puede realizar un filme de horror con un tema tan sensible a la opinión pública y salir indemne del asunto.
O acaso el nivel de morbosidad es tan ancho que el espectador está dispuesto a soportar los maltratos y vejaciones de una niña, sólo para comparecerse de sus padecimientos. Hace falta llegar al detalle de la brasa tostando la piel para explicar el sufrimiento. O para repudiar el abuso de menores es menester montar una farsa comercial como la de O'Haver, que pretende sacar partido del dolor ajeno. Eso sí, la única sutileza que se permitió su director quedó registrada en el afiche, digno de un creativo independiente.
De qué va. La señora Gertrude Baniszewsky, es viuda, está enferma, no tiene trabajo y carga con siete hijos. Para conseguir un ingreso, acepta cuidar por un tiempo, a las dos hijas de una pareja que trabajan en un circo ambulante.
Al hueso. Unos meses antes del estreno de An American Crime, se presentó The Girl Next Door (2007) que se refiere al mismo caso de la familia Baniszewski, pero con otros nombres y basado en los textos homónimos de Jack Ketchum. La diferencia entre una y otra es que en la primera, está integrada por un elenco de lujo y la otra, para suplir la falta de figuras, recurre al sadismo más extremo para darle consistencia a los sucesos. Pero desde lo argumental, la narración no aporta nada nuevo, la construcción de los personajes es muy plana y se desemboca en una tragedia similar.
Para no resultar tan macabra, el guión de An American Crime esta suavizado con gotitas del juicio, que se abren en flashback a través de los cuales, se narran los acontecimientos. La pregunta que uno se hace es ¿era necesario volver a mostrar lo mismo dos veces? O en lugar de aportar algo de luz sobre los hechos, la intención era cargar algunos ceros en la cuenta de la productora.
En definitiva. Un filme ideal para quienes gozan con el suplicio ajeno. El director logra montar un circo de atrocidades gratuitas que no otorgan ninguna enseñanza ni son aptos para el disfrute.
Score 3/10
TITULO: An American Crime
ESTRENO: sin fecha en la Argentina
ORIGEN: EE.UU
AÑO: 2007
DURACION: 98 minutos
DIRECTOR:Tommy O'Haver
REPARTO: Catherine Keener (Gertrude Baniszewski), Ellen Page (Sylvia Likens), James Franco (Andy), Bradley Whitford (Leroy), Ari Graynor (Paula), Nick Searcy (Lester Likens), Romy Rosemont (Betty Likens), Evan Peters (Ricky Hobbs), Jeremy Sumpter (Coy Hubbard), Michael O'Keefe (reverendo Bill)
GUION: Tommy O'Haver e Irene Turner
MUSICA: Alan Ari Lazar
FOTOGRAFIA: Byron Shah
PRODUCCION: Henry Winterstern, Kevin Turen, Katie Roumel, Jocelyn Hayes y Christine Vachon.
SITIO OFICIAL
En definitiva. Un filme ideal para quienes gozan con el suplicio ajeno. El director logra montar un circo de atrocidades gratuitas que no otorgan ninguna enseñanza ni son aptos para el disfrute.
Score 3/10
TITULO: An American Crime
ESTRENO: sin fecha en la Argentina
ORIGEN: EE.UU
AÑO: 2007
DURACION: 98 minutos
DIRECTOR:Tommy O'Haver
REPARTO: Catherine Keener (Gertrude Baniszewski), Ellen Page (Sylvia Likens), James Franco (Andy), Bradley Whitford (Leroy), Ari Graynor (Paula), Nick Searcy (Lester Likens), Romy Rosemont (Betty Likens), Evan Peters (Ricky Hobbs), Jeremy Sumpter (Coy Hubbard), Michael O'Keefe (reverendo Bill)
GUION: Tommy O'Haver e Irene Turner
MUSICA: Alan Ari Lazar
FOTOGRAFIA: Byron Shah
PRODUCCION: Henry Winterstern, Kevin Turen, Katie Roumel, Jocelyn Hayes y Christine Vachon.
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