Se hacen películas pensando en el público masivo, hay otras menos directas, reservadas para los cinéfilos y existe una tercer categoría que se especializa en producir éxitos para los festivales. Sobre esta métrica resbaladiza se desplaza Stellet Licht (Luz silenciosa), una producción mexicana que, como no podía ser de otra forma, obtuvo el Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes, se alzó con el Premio de la Crítica en Río de Janeiro y fue elegida para representar a México en la entrega de los Oscars.
Acaso el gran acierto de su director Carlos Reygadas (el mismo de Batalla en el cielo - 2005) haya sido mostrar al mundo que en su país, existe una comunidad llamada Menonitas, descendientes directos del movimiento anabaptista del siglo XVI, contemporáneo de la Reforma Protestante. Esta comuna está radicada en el estado de Chihuahua y su idioma es una derivación del alemán antiguo con alguna filiación con la lengua neerlandesa. Ahora, el procedimiento que escogió para narrar su historia es otro tema.
Se puede aceptar que el filme carezca de banda sonora y en su lugar, los silencios sean la única cortina de fondo. Es de un gran mérito que muchos de los personajes que aparecen en pantalla no sean actores profesionales. Pero lo que cuesta tolerar es que Reygadas deje su cámara inmóvil durante seis minutos para retratar el amanecer. Y ese es apenas el inicio. Como un fiel discípulo de Andréi Tarkovski o un poco elocuente homenaje a Theodor Dreyer, cada plano, cada avance, puede extenderse unos dos minutos en promedio. Sin demasiada narración en juego, la totalidad del metraje es de 142 minutos, algo que un hábil editor podría haber llevado a la mitad.
De qué va. Johan es un granjero menonita del norte de México, padre de siete hijos, casado con Esther, que en apariencia, lleva una vida feliz y ordenada. Pero una astilla moral hace que su existencia sea ardua y problemática.
Al hueso. Cuando un director decide exponer las costumbres de una comunidad religiosa, puede optar por el tono ligero de Witness (1985), aquel filme de Peter Weir donde Harrison Ford se metía en un kibutz; buscar algo fragmentado como Water (2005) de Deepa Mehta, que denuncia los abusos del sistema de castas en la India o, girar la rosca al extremo para que destile Stellet Licht. A mitad de camino entre el documental y la ficción, el filme de Reygadas logra, por momentos, seducir al espectador y en otros, aburrirlo y alejarlo. Acaso porque no es una película para juzgar desde el aspecto emocional sino desde la técnica. En ese caso hay que decir que tanto la fotografía como el manejo de la luz son de una prolijidad rayana con la visión.
En definitiva. Una película que no logra conmover desde lo argumental, porque su apuesta más consistente se apoya en lo estético. Sólo para especialistas.
Score: 5/10
TITULO: Luz silenciosa
ORIGINAL: Stellet Licht
ESTRENO: Sólo en festivales
ORIGEN: México, Francia y Holanda
AÑO: 2007
DURACION: 142 minutos
DIRECTOR: Carlos Reygadas
REPARTO: Cornelio Wall Fehr (Johan), Miriam Toews (Esther), María Pankratz (Marianne), Peter Wall (padre), Elisabeth Fehr (madre), Jacobo Klassen (Zacarías), Irma Thiessen (Sara), Alfredo Thiessen (Alfredo), Daniel Thiessen (Daniel), Autghe Loewen (Autghe), Jackob Loewen (Jackob), Elisabeth Fehr (Anita)
GUION: Carlos Reygadas
MONTAJE: Natalia López
FOTOGRAFIA: Alexis Zabé
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Etiquetas:
Carlos Reygadas,
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1 comentario:
Yo vi su primer película, Japón, y la verdad es que me pareció bastante mala. Solo buscaba la provocación. Al menos yo no encontré otra cosa.
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