Una película entretenida no es aquella que cruza un sendero nunca antes transitado sino la que combina en forma magistral, paisajes y situaciones que a muchos les resultan familiares. A medida que los hechos se encadenan en Transsiberian, las complicidades de Alarma en el expreso (The Lady Vanishes – 1939) de Alfred Hitchcock y la brutalidad de Escape en tren (Runaway Train – 1985) de Andrei Konchalovsky se van mezclando con las intrigas de Asesinato en el Expreso de Oriente (Murder on the Orient Express – 1974) de Sidney Lumet, para formar un mosaico de experiencias que por conocidas, no dejan de sorprender por su verosimilitud.
Su director, el promisorio Brad Anderson, es un especialista en metrajes de terror. Sus trabajos más memorable son El maquinista (2004) y la casi ignota Happy Accidents (2000). El desafío al que se enfrentaba Anderson en esta ocasión no era menor: demostrar que podía sacar adelante una producción costosa y manejar sin sobresaltos un elenco de figuras.
Es cierto, contar con Ben Kingsley en el reparto siempre ayuda, porque el actor posee el talento suficiente para cargarse cualquier película al hombro. Si a esto le sumamos la calidez de Emily Mortimer, una joven en pleno ascenso que pide a gritos papeles estelares; más los aportes de Woody Harrelson y Eduardo Noriega, que no impresionan pero tampoco desentonan, sirven para redondear una propuesta que le rinde honor al bueno gusto cinematográfico.
De qué va. Tras su reciente estancia en Pekín, una pareja de norteamericanos decide emprender una excursión en el mítico ferrocarril que une la Rusia europea con las provincias del oriente ruso, Mongolia y China. En el vagón conocen a otra pareja con la que entablan una curiosa relación.
Al hueso. El equilibrio es la clave. Una película en la que se suceden las muertes es catalogada de terror, otra en la que abundan caricias y complacencias es una comedia romántica. Pero en Transsiberian, tanto la sangre como la sensualidad están dosificadas de forma tal, que el espectador no tenga que preocuparse por la incomodidad de los excesos. La facilidad de un relato que no requiere de efectos especiales ni personajes excéntricos para cautivar la atención, es una costumbre que se ha ido perdiendo en la industria. Y estos son detalles para agradecer.
En definitiva. Un guión más que aceptable, actuaciones decorosas y una dirección sin conflictos, dan como resultado una película a la vieja usanza, sin pretensiones estéticas pero con mucha vocación de entretenimiento.
Score: 7/10.
TITULO: Transsiberian
ESTRENO: sin fecha para la Argentina.
ORIGEN: España, Alemania, Reino Unido y Lituania.
AÑO: 2008
DURACION: 111 minutos.
DIRECTOR: Brad Anderson.
REPARTO:Woody Harrelson (Roy), Emily Mortimer (Jessie), Kate Mara (Abby), Eduardo Noriega (Carlos), Thomas Kretschmann (Myassa), Ben Kingsley (Grinko), Colin Stinton (oficial de la embajada), Mac McDonald (ministro), Etienne Chicot (hombre francés).
GUION: Brad Anderson y Will Conroy.
MUSICA: Alfonso de Vilallonga.
FOTOGRAFIA: Xavi Giménez.
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1 comentario:
Ya aumentó mi lista de peliculas por ver. Hoy de hecho, me rente una argentina que estoy a punto de ver.
Saludos!
Nash
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