Antecedentes. Con apenas cuatro películas, incluyendo Into the Wild, Sean Penn es uno de los tantos actores, devenidos en directores, cuyos logros no están a la altura de su nombre. Uno siempre espera más de un actor fibroso que alcanzó fama mundial en los 90’, por una seguidilla de buenos papeles (Carlito's Way - 1993; Dead Man Walking – 1995; She's So Lovely - 1997 y U Turn -1997) pero que en los últimos años, se fue diluyendo en producciones insubstanciales (All the King's Men - 2006) o desafíos para los que no estaba preparado (I Am Sam - 2001). Quizás, su carácter taciturno y la declarada antipatía en contra de George W. Bush, le hayan creado un mito a su alrededor que no logra sustentar artísticamente. Acaso su anterior realización, The Pledge (2001), fue lo más parecido a un éxito comercial como director. El resto, o nadie las recuerda o son apenas una mentira que fomenta IMDB. TITULO:
En definitiva. Con toda esta carga a sus espaldas, el filme tiene algunos destellos de simpatía y, salvo algún que otro plano superficial, nunca llega al punto de volverse insoportable. Tan amena como trivial, tan extensa como olvidable.
Score 5/10
ESTRENO: (sin fecha en Argentina)
ORIGEN: Estados Unidos
AÑO: 2007
DURACION: 140 minutos
DIRECTOR: Sean Penn
REPARTO: Emile Hirsch (Christopher McCandless), Marcia Gay Harden (Billie McCandless), William Hurt (Walt McCandless), Jena Malone (Carine McCandless), Catherine Keener (Jan Burren), Hal Holbrook (Ron Franz), Kristen Stewart (Tracy), Vince Vaughn (Wayne Westerberg), Brian Dierker (Rainey).
GUIÓN: Sean Penn; basado en el libro "Hacia rutas salvajes" de Jon Krakauer.
MÚSICA: Eddie Vedder
FOTOGRAFÍA: Eric Gautier
WEB OFICIAL: www.intothewild.com/
EL ERMITAÑO
De qué va. Centrada en la vida real de Christopher McCandless (o Alex Supertramp) un joven aventurero de 22 años, hijo de una familia acomodada que acaba de graduado con honores. Sin notificar a sus padres, amigos o hermanos, se embarca en un periplo para llegar a Alaska de mochilero y cumplir un sueño. En el camino se cruzará con diferentes personajes que irán influyendo en su comportamiento.
Al hueso. Si hubiera que marca el mayor contrapeso que debe soportar Into The Wild, este sería sin dudas, su excesivo metraje. Muchas de las tomas podrían haberse editado, a favor de una mayor fluidez, o directamente cortado por lo sano. Hasta la primer hora de historia, uno se pregunta si está viendo una película de Sean Penn o se equivocó de canal y pasó a un documental de la National Geographic. Los paisajes naturales son hermosos vistos a través del lente del francés Eric Gautier, que pasea por toda la costa oeste de Norteamérica, incluidos México y Canadá. Pero cuando el fuerte de la trama se apoya en cangrejos que se arrastran por la arena, gaviotas que surcan las olas, osos que se desplazan en dos patas, las imágenes termina por volverse monótonas, lentas. Tampoco ayuda a sostener el hilo argumental los constantes flashback y flashforward, acaso para borrar todas las huellas de un presente demasiado llano. La banda sonora está a cargo de Eddie Vedder y tampoco escapa al letargo general que plantea la historia. Como es de esperar, la cuestión filosófica estará presente con la machucada premisa de la libertad individual y el rol que cumplen los padres dentro de esta sociedad.
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1 comentario:
MUY SOSA Y FORZADA TU CRITICA, UNA CRITICA DE CINE NO ES EL COMENTARIO DE POPCORN AL FINAL DE LA FUNCION. HAY QUE ENMARCARSE EN EL CONTEXTO DE LA PELICULA, SU TRASFONDO, UN POQUITO DE WIKIPEDIA...
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