CASI HUMANO

la fantasía de un escriba automatizadoLas criaturas mecánicas han despertado la curiosidad del hombre desde épocas tempranas. En el siglo XIII, el monje Alberto Magno creó la primer “cabeza parlante” con vidrio, hierro y cuero. La misma fue destruida por su discípulo Santo Tomás de Aquino, por considerarla una obra del demonio. Otro de los que probó suerte fue el gran Leonardo Da Vinci, quien ensambló al menos dos de estos cuerpos artificiales. Hasta el propio René Descartes ideó un muñeco animado con el aspecto de su fallecida hija Francine. Pero acaso el hacedor más virtuoso de todos los tiempos haya sido Pierre Jaquet-Droz.

Mucho antes de los replicantes de Blade Runner y de las leyes robóticas de Isaac Asimos, este relojero suizo -en el año 1772- junto a su hijo Henri-Louis, dio vida a tres autómatas casi perfectos: el dibujante, la pianista y el escritor. Por su estatura, de unos 70 centímetros y las expresiones del rostro, se los compara con niños de 3 años. Estos prodigios de la ingeniería fueron contemplada por reyes y emperadores tanto de Europa como de China, India o Japón.

Quizás el más aterrador haya sido el escritor, que fue el plos tres autómatas de Pierre Jaquet-Drozrimero de estos tres organismos con sangre de aserrín. Compuesto por 6 mil piezas, el pequeño es capaz de reproducir una caligrafía de amanuense, respetando los espacios y la ortografía. Pero lo más asombrosos es la naturalidad de sus gestos. Mientras escribe, puede recorrer el texto con la vista, mojar la pluma en el tintero, sacudirla ligeramente para que no manchar la hoja y mirar hacia el vacío antes de cada trazo. Gracias a una rueda que permite seleccionar los caracteres y el orden en el que deben apuntarse, puede componer frases en varios idiomas.

la ingeniería en el brazo de la pianistaEl Dibujante, hecho en colaboración con el artesano Jean Frédéric Leschot, estaba integrado por unas 2.000 partes y podía completar hasta cuatro dibujos: un retrato de Luis XV, una pareja real, un perro y un angelito que viaja en una carroza tirada por una mariposa. Estaba “programado” para respetar los cuatro pasos del dibujo académico: esbozo con lápiz, repaso de las líneas, sombreado y retoques finales. Al igual que el anterior imita el comportamiento del hombre. Toma distancia de la obra para estudiar la perspectiva, sopla el papel para eliminar los rastros de polvo y mueve los ojos en varias direcciones.

La particularidad de la pianista es que el sonido no está grabado, sino que seres acoplados con piezas de relojeríala mujer ejecuta con sus dedos la melodía del órgano. Está formada por 2.500 engranajes y puede interpretar 5 piezas musicales, compuestas por Henri-Louis. Entre sus gracias, cambia la mirada de las teclas al pentagrama, inclina el cuerpo, toma aire y al finalizar cada ejecución, hace una reverencia.

Los tres autómatas son una de las atracciones del museo de Arte e Historia de
Neuchâtel, en la región de los lagos suizos. Otro sitio para descubrir fantásticas creaciones y conseguir alguna que otra ganga es en la Automates et boites à musique.

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