HUELLAS DE ELEFANTE

Aaron Thomas, Follow the Elephants Aunque cueste admitirlo, la música globalizada y homogeneizada da como resultado que todos los grupos del mundo suenen a Coldplay, Queen, Radiohead (o Spinetta, como se dice por acá). De este pasto para vacas flacas hay muchos que se alimentan, pero también hay excepciones. Una de ellas es Aaron Thomas, cuya tonada evoca los campos de trigo y luna sobre los charcos.

Más allá de la estereotipada alegoría pastoral, este joven compositor australiano que reside en Madrid, demostró que para agarrar una guitarra y enfilar algunas estrofas, no hace falta tener el aval de una trayectoria o vender la fachada de un bohemio excéntrico. Este muchacho acaba de editar Follow the Elephants, su disco debut y a primera escuchada, la comparación con el E.P Lon Gisland de Beirut, que desembocó en el inexpresivo The Flying Club Cup (2007) son inevitables. Pero mientras el otro murió con el juramento en los labios, este entrega la frescura de un songwritter que sin apuntarse al guiño de la moda retro, lleva la música bucólica entre sus costillas.

El tema que abre el disco es Descending y aunque no pasa de una balada enamoradiza, exhibe las insignias de un folk de rigor. Al pasar a la siguiente pista, Any More, algo raro se instala en el ambiente. Un aire de lejanías melancólicas que llega acompañado por una guitarra dulzona. El corte más popular es Kill This City, porque encuentra parentesco con algunos temas de Muse y otros hacedores de suspiros. El punto más elevado del CD llega con Down to Earth, una canción en donde encuentra el equilibrio entre composición, ritmo y desenlace. Un disco para meter la cuchara hasta el fondo sin temor a empalagarse. Un artista para colgar en la lista de favoritos.

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