MUNDO NUEVO

escena de The Mist Tres filmes que abordan una temática similar: el fin de la humanidad, pero con una mirada muy diferente. Mientras La hora fría (2006) se propone reflexionar sobre la soledad y el encierro, The Mist (2007) aspira a entretener y Tooth and Nail (2007) se conforma con llenar la pantalla de sangre. A este trío se le puede sumar la reciente I Am Legend (2007), cuyo mayor anhelo es la comercialización del producto. Dejemos esta última a los financistas y vayamos un poco más en profundidad con las otras.

Pese a la brecha que las separa, las tres tienen varios puntos en común. Porque todas recurren al horror para retratar la situación de un grupo de sobrevivientes a quienes los amenaza una fuerza exterior. Las armas así como los alimentos son escasos. Esto deriva en fuertes discusiones para ver quien está mejor capacitado para ser el líder. En algún punto de la historia, todas se plantean la búsqueda de sobrevivientes y la mudanza del refugio. Como para desviar la atención en algunos tramos cruciales o llevarla a su pico más alto, el papel secundario lo ocupa un niñito/a que entra o sale de los conflictos según la ocasión.

Si hubiera que definirlas por su ideología, La hora fría respondería al campo de la intelectualidad, escena de La hora fríaporque su fin es generar sorpresa a través de una estética independiente. The Mist (La niebla) dirigida y adaptada por Frank Darabont, es un típico producto de masas, que combina varios tópicos del terror clásico de los 70’ en una misma producción. Tooth and Nail (Con dientes y uñas) está orientada a un público adolescente que no se deja impresionar con palabras. Mientras que la primera fue escrita y dirigida por el español Elio Quiroga, la segunda está basada en el libro homónimo del señor Stephen King. La otra, para no ser menos, fue guionada y conducida por Mark Young, lo que se dice, un cuatro de copas absoluto.


A pesar de que el apocalipsis es el centro de la ficción, la trama sólo avanza cuando alguien es asesinado o desparece. Pero mientras que La hora fría está más relacionado con lo sobrenatural y el misterio, The Mist recurre a los valores morales para sostener la tensión en el relato y Tooth and Nail, pobrecita, no sabe bien para donde disparar y se defiende a palazos.
De todas, la española es la más profunda, logra atrapar más fácilmente al espectador y los personajes están mejor desarrollados. Se nota que las criaturas que aparecen son de animación computarizada, pero como están bien dosificadas, no se termina de adivinar el truco. La de Frank Darabont es pura adrenalina. No escena de Tooth and Nailterminan de bajar los títulos de presentación que el conflicto ya está planteado y la acción se destapa sin tregua. Los bichos que aparecen son dibujitos escapados de un videojuego, pero al ofrecer una utopía tan entretenida y cambiante, se toleran estos deslices. Nuestra tercera en discordia, pese a que persigue la causa y no la consecuencia, es quien logra un mayor suspenso en sus comienzos. Claro que esta sensación pronto se disipa. Pese a contar con un elenco de figuras clase B (Michael Madsen, Vinnie Jones, Robert Carradine, Rachel Miner) en lugar de aprovechar la experiencia que le pueden aportar estos actores, el torpe de Mark Young los van liquidando sistemáticamente, una vez que les enfocó el rostro. Que pichonazo.

En definitiva, como para colar algún númerito y pasar revista, decimos:
La hora fría (presente) ------- ------------tiene un 6/10
The Mist (sí)-------- The Mist (acá) ------va con 5/10
Tooth and Nail (levanta la mano en silencio) ------3/10 (a marzo, caracho)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mas argumento tendría una adaptación de Half-Life 2

Marcel Celmar dijo...

Es que uno de los filmes, the mist, es tal cual el half life. Se abre un portal y entran bichos de todos los colores

alcorze dijo...

Hombre, la novela The mist está escrita por Stephen King bastante antes de que se inventara el half life. Y en cuanto a monstruos un tal H.P.Lovecraft ya inventó unos cuantos antes de que el propio King naciera.

Publicar un comentario

Donde mueren las palabras