Hay gente que tiene las puertas del infinito siempre abiertas y toda la fealdad de la que son capaces, no servirá para mover un solo nervio de su verdugo. Uno de estos privilegiados es un vecino ilustre del barrio de Palermo, nos referimos al señor Francis Ford Coppola quien luego de 10 años de prudencia, volvió a dirigir una película. Se trata de la inescrutable Youth Without Youth (2007).
Como para demostrar que la trilogía de El padrino (1972-74-1990) y Apocalypse Now (1979) son cosas del pasado y para tomar distancia de los tropiezos que significaron Jack (1996) y The Rainmaker (1997), el señor Coppola decidió llevar su apuesta al terreno de lo experimental, con un filme de corte fragmentario. Pero como a los grandes estudios no les cierra esta ecuación y prefieren un cuentito que no deje afuera al gran público, debe buscar lugares que le ofrezcan algún beneficio económico para subvencionarlo él mismo. Así, Youth Without Youth fue rodada en Rumania y su siguiente proyecto, Tetro (2009) tendrá como base a la República Argentina.
El filme en cuestión ofrece una mirada metafísica sobre las relaciones humanas. La clave para vulnerar su cerrojo está en la referencia que el protagonista hace del sueño de Chuang Tzu, quien una vez soñó que era una mariposa. Y al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu. La disyuntiva que plantea la historia es si en el sueño sólo existe el soñador y los demás personajes son una ilusión del durmiente. En ese caso, la realidad puede ser pensada como la pesadilla onírica de una mente superior, en donde cada individuo cumple un determinado rol dentro de aquel letargo. ¿Se entiende?
De qué va. Dominic Matei es un senil profesor de lingüística que al cruzar la calle, literalmente, lo parte un rayo. Y no sólo sobrevive al accidente, sino que en el hospital, en lugar de desmejorar, inicia un lento proceso de rejuvenecimiento.
Al hueso. La fascinación de Coppola por la ciencia ficción no es un capricho moderno. Ya en el año 1986 había probado suerte con Peggy Sue Got Married, uno de los primeros filmes de su productora American Zoetrope fue Jeepers Creepers (2001) y es uno de los responsables de la serie "Los 4400". Lo curioso es la elección de una temática en donde el protagonista tiene una segunda oportunidad para terminar su obra antes de morir, bordea los desvelos de Jorge Luis Borges y los delirios de Philip K. Dick. Lo que implica que no es nada sencillo trasladar a la pantalla todo el simbolismo que despliegan estos autores en sus páginas.
Aunque Youth Without Youth está rodado con esos toques que sólo le puede aportar alguien que visitó el Olimpo, también tiene ese tono de cine independiente para festivales. Es una historia que para funcionar, exige mucho del espectador. Para meterse en el relato, se requiere una gran lucidez. Una breve desatención hacia esos pasadizos de fuga, pueden provocar un cortocircuito irreparable con el filme.
En definitiva. Un argumento hermético, difícil de abordar, para ver uno de esos días en los que en lugar de buscar algo para despejarse, se pretende todo lo contrario.
Score 5/10
TITULO: Juventud sin Juventud
ORIGINAL: Youth Without Youth
ESTRENO: sin fecha en Argentina
ORIGEN: USA, Alemania, Italia, Francia y Rumanía
AÑO: 2007
DURACION: 124 minutos
DIRECTOR: Francis Ford Coppola
REPARTO: Tim Roth (Dominic Matei), Alexandra Maria Lara (Veronica/Laura), Bruno Ganz (preofesor Stanciulescu), André Hennicke (Dr. Josef Rudolf), Marcel Iures (profesor Tucci), Alexandra Pirici, Adrian Pintea (Pandit), Florin Piersic Jr. (Dr. Gavrila)
GUION: Francis Ford Coppola; Basado en la novela de Mircea Eliade
MUSICA: Osvaldo Golijov
FOTOGRAFIA: Mihai Malaimare Jr.
WEB OFICIAL: http://www.ywyfilm.com/
4 comentarios:
La película, buena. La actuación también, fotografía, edición,etc,etc: Todo bien.
La traducción-concretamente la del inglés al castellano- pésima e irrespetuosa. Parece hecha a los apurones. Fíjense bien , préstenle atención los que puedan - no es necesario ser muy ducho en el tema, con un poquitín de atención es suficiente- y verán cómo "se comen" pedazos, omiten nombres, en fin, "tiran frutas" varias veces. Lástima, porque un trabajo como ese (¡que, por demás, toca el tema de las lenguas y apela a varias en su propia estructura, vaya ironía!) merecería un mejor tratamiento.No es problema de espacio en el subtitulaje, aclaro. Se ve -escucha- a la legua, que no le prestaron mucha atención.
Así y todo, vale la pena.
Saludos,
Ámbar
En tu crítica se nota la ausencia de abordaje desde el libro original, que ni siquiera es mencionado, y la típica soberbia porteña.
Lo que estoy evaluando es el filme. En este espacio no hago crítica literaria. No entiendo lo de soberbia?
Es una película profunda y genial... como debería ser todo el cine que pretende ser obra de arte... no la encuentro difícil de abordar o hermética... para mí el argumento fue claro y me encantó...
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