El potencial de cualquier obra se mide a través de la forma y del contenido. Para que a esta dualidad se la pueda catalogar de original, estos ingredientes deben ser cocinados a la par. Si entendemos que el contenido es lo que se hace, o lo que se presenta dentro de una forma, podemos argumentar que a Leonera, el nuevo filme de Pablo Trapero, cabe atribuirle un significado diferente a lo que el mismo contenido representa. Una condición que lo eleva sobre el resto.
Trapero es uno de los directores que, junto con Lucrecia Martel, Damián Szifrón, Agustina Carri, Daniel Burman y Martín Rejtman, constituyen la avanzada del “nuevo cine argentino”. Con su filme anterior, Nacido y criado (2006) Trapero ensayó un cambio de rumbo, apostó a una historia introspectiva, más del universo de Fabián Bielinsky que del su propia cosecha. El resultado, sin ser desalentador, ofrecía demasiados puntos de fuga. Con Leonera, vuelve a ejercer su rol de cirujano de una realidad menos luminosa.
De qué va. Julia es acusada de un asesinato que no recuerda haber cometido. Como todas las evidencias la muestran como culpable es enviada a prisión. Por su estado de embarazo, es asignada a un pabellón de mujeres con hijos pequeños o a punto de dar familia.
Al hueso. Películas sobre mujeres subyugadas en un correccional hay a montones.

En definitiva. Una historia dolorosa, contada sin anestesia ni concesiones, que no carece de momentos afectivos ni de las típicas revueltas de los penales.
Score 7/10
TITULO: Leonera

ESTRENO: 29 de mayo
ORIGEN: Argentina - Corea - Brasil
AÑO: 2008
DURACION: 112 minutos
DIRECTOR: Pablo Trapero
REPARTO: Martina Gusman, Elli Medeiros, Laura García, Rodrigo Santoro Tomás Plotinsky
GUION: Pablo Trapero, Martín Mauregui, Alejandro Fadel, Santiago Trapero
MONTAJE: Pablo Trapero, Ezequiel Borovinsky
FOTOGRAFIA: Guillermo Nieto
SITIO OFICIAL
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