MATARIFES

El clan de los asesinos

Sea por la cantidad de público que abarca como por el entretenimiento que promete, el género de acción es uno de los más cotizados dentro del cine actual. Su problema son las repeticiones de imitaciones que se suceden en una fila interminables de clichés. Como para ofrecer algo original, los grandes estudios encontraron en los cómics un interesante filón para renovarse. Uno de los estrenos más recientes es Wanted, inspirado en una miniserie de historietas creadas por el escocés Mark Millar (Marvel Knights Spider-Man, Ultimate Fantastic Four, y Civil War). La película cuenta también con un elenco importante.

Como para que el tratamiento de restauración se cumpla íntegramente, era forzoso incorporar nuevas miradas. Así, la dirección del filme quedó a cargo del ruso Timur Nuruakhitovich Bekmambetov, cuya carta de presentación para el cine comercial, fue la trilogía Night Watch, de la que ya filmó dos partes. Lo cierto es que Wanted heredó gran parte de esa estética onírica de la saga vampírica, donde la acción se juega en cámara lenta, las balas retroceden hasta el caño del asesino y los vidrios estallan en la cara de los fugitivos.

Esta sensación de frescura visual es acompañada por un argumento convincente -basado en un idea de Michael Brandt y Derek Haas, sobre el cómic de Mark Millar y J.G. Jones- que si bien recurre nuevamente a la figura del súper héroe, pareciera que todavía existe una vuelta de tolerancia dentro de la categoría de los paladines, que logra sorprender al público.

De qué va. Wesley Gibson es un joven que lleva una vida rutinaria y monótona. Pero sin saber cómo, se verá envuelto en un tiroteo y una persecución que cambiaran radicalmente su existencia.

Al hueso. A mitad de camino entre la violencia de David Fincher (Fight Club – 1999) y las Angelina Jolie con un arma que se doblapalpitaciones corporales de Guy Ritchie (Lock, Stock and Two Smoking Barrels - 1998) el filme del ruso Bekmambetov logra encontrar una identidad propia. Su aporte personal es ese halo de ironía perdedora que rodea a los personajes. Un recurso que bien dosificado, divierte pero también enternece.

El filme era una prueba de fuego para James McAvoy, la joven promesa británica, que sin despeinarse, pasó de un romántico victoriano (Becoming Jane y Atonement – 2007) a protagonizar un asesino conflictuado. A su lado, la siempre rendidora Angelina Jolie, que vuelve a cumplir el papel de heroína intrépida (Lara Croft: Tomb Raider - 2001), del que trató de desligarse en los últimos tiempos (A Mighty Heart - 2007), pero al que inevitablemente siempre regresa. Completan el elenco, Terence Stamp y el cara.de.cuatro Morgan Freeman.

En definitiva. Un filme muy entretenido, que no da respiro y sorprende con sus efectos especiales.
Score 6/10

TITULO: Se busca
ORIGINAL: Wanted
ESTRENO: 28 de agosto, en la Argentina
ORIGEN: EE.UU
AÑO: 2008
DURACION: 110 minutos
DIRECTOR: Timur Bekmambetov
REPARTO: James McAvoy (Wesley Gibson), Morgan Freeman (Sloan), Angelina Jolie (Fox), Terence Stamp (Pekwarsky), Thomas Kretschmann (Cross), Common (Gunsmith).
GUION: Michael Brandt, Derek Haas y Chris Morgan; basado en un argumento de Michael Brandt y Derek Haas; sobre el cómic de Mark Millar y J.G. Jones
MUSICA: Danny Elfman
FOTOGRAFIA: Mitchell Amundsen
MONTAJE: David Brenner y Dallas Puett.
SITIO OFICIAL Afiche de Se busca

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EXPEDIENTES SECRETOS

Una de las imágenes de la polémica campañaDentro de una semana, quedará inaugurada en la ciudad de Beijing, capital de la República Popular de China, la XXIX edición de las Olimpíadas. Como la violación de los derechos humanos es un método recurrente del PCCh (partido comunista chino), Amnistía Internacional le encargó a la agencia TBWA París, una campaña gráfica que, conservando la iconografía deportiva, refleje las persecuciones y torturas a budistas tibetanos, practicantes de Falun Gong, las minorías uigures y cualquier individuo con intereses contrarios al régimen. Pero los creativos le pusieron demasiada pimienta y los afiches fueron rechazados por la ONG, que los caratuló como “demasiado brutales”.

La versión no oficial es completamente diferente. En algunos medios se indica que, cuando todo estaba aprobado para su publicación, en la provincia de Sichuán se produjo un terremoto que cobró cerca de 90 mil víctimas. Ante lo que se reconoció como una de las peores catástrofe natural que sufrió China en tres décadas, la organización sin fines de lucro decidió, en medio de un duelo nacional, dar marcha atrás con la serie de imágenes alusivas.Otra de las imágenes de la agencia TBWA
Lo que todavía no se explica con claridad es como fue que unas imágenes en donde se muestra como un grupo de policías sumerge la cabeza de un nadador, clavan a un arquero en el blanco, encadenan a un gimnasta a las pesas, llegaron a ilustrar la portada de diarios y blogs, sin la autorización del cliente, unos meses más tarde del terremoto.

Por lo general, las agencias de publicidad trabajan de forma desinteresada para las ONG y a cambio, obtienen libertad creativa y difusión de su marca. Era una verdadera lástima desaprovechar tantas horas de producción. Convencidos de que su esfuerzo
Afiche en donde un nadador es ahogado por un policíano quedaría en el olvido, la TBWA, con el permiso de su cliente, inscribió el proyecto en el Cannes Lions, el festival internacional de publicidad más prestigioso del mundo. Y en aquel certamen, el jurado le otorgó un León de Bronce a la agencia por su campaña. Cuando los ganadores se exhibieron en la página del concurso, se rompió el pacto de confidencialidad y todo el mundo pudo acceder a las imágenes.
Ahora, todos felices y contentos se preparan para disfrutan de una sana competencia olímpica.

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TIEMPO DE LIBERTAD

Hubo una época -que hoy resulta tan lejana- en donde el sexo se practicaba sin restricciones. Con la llegada del VIH-sida, para disfrutar de un encuentro casual, se hizo obligatoria la pausa de la precaución. El filme Les témoins está ambientado a mediados de los ochenta, cuando recién empezaban a manifestarse los primeros brotes de esta enfermedad. Por aquel entonces, todo era confusión y desconfianza, porque se ignoraban los mecanismos de transmisión y los síntomas de esta afección.

Su director, André Téchiné, es considerado el crédito del cine francés y esta predilección se hace notar en cada edición del Festival de Cannes, donde sus películas son presentadas como un acontecimiento mundial. Dos de sus actrices fetiches son Emmanuelle Béart (J'embrasse pas – 1991; Fugitivos – 2003; Los testigos – 2007) y Catherine Deneuve (Los tiempos cambian – 2004; Secretos de amor – 1981; Toda una mujer – 1986; Mi estación preferida - 1993 y Los ladrones – 1996), quien en varios de estos títulos, compartió cartel con Daniel Auteuil. Esta breve introducción de su filmografía sirve para comprender la relevancia de sus trabajos.

Lo curioso del caso es que un director tan experimentando como Téchiné, que lleva 43 años en esta profesión, haya realizado una película que atrasa 20 años. Porque desde lo argumental, no aporta nada diferente a lo que ya se mostró en Philadelphia (1993), And the band played on (1993), Les nuits fauves (1992) y tantas otras similares. Acaso el único mérito es haber centrado el problema en un grupo de cinco personas, cuyo denominador común en sus relaciones, es un joven que ha sido infectada por el virus.

De qué va. Un muchacho proveniente del sur de Francia llega a París y conoce a un cincuentón homosexual que lo relaciona con una pareja de amigos heterosexuales que acaban de tener un hijo.

La seductora Béart, encarna a una escritora de libros infantiles casada con un policía de origen magrebíAl hueso. Aunque la cuestión del VIH-sida es la columna vertebral de Les témoins, la problemática es abordada ligeramente en el arranque, para diluirse gradualmente. Al promediar el metraje, todo parece indicar que el nudo argumental se va a ajustar a las pasiones de los protagonistas.

Pero llega un punto del relato en que todo lo que había para decir sobre sus vidas amorosas quedó expuesto. Para motivar la curiosidad del espectador, es preciso que se desarrollen otras situaciones. En este escalón es donde tropieza el argumento. Porque en lugar de disparar nuevos conflictos que alumbren el desenlace, Téchiné prefirió apagar todos los focos para que nadie se lleve una sorpresa en el último tramo. Y lo que hubiera sido un cierre obvio pero decoroso cuando surgieron los primeros tratamientos, con el nivel de información actual, la conclusión se convierte en polvo de olvido.

En definitiva. Si bien el filme no aburre, hay que reconocer que tampoco sorprende en ningún momento con su propuesta.
Score 4/10

TITULO: Los testigos Afiche de Los testigos
ORIGINAL: Les témoins
ESTRENO: 2 de octubre, en Argentina
ORIGEN: Francia
AÑO: 2007
DURACION: 115 minutos
DIRECTOR: André Téchiné
REPARTO: Michel Blanc (Adrien), Emmanuelle Béart (Sarah), Sami Bouajila (Mehdi), Julie Depardieu (Julie), Johan Libéreau (Manu), Constance Dollé (Sandra), Lorenzo Balducci (Steve)
GUION: André Téchiné, Laurent Guyot y Viviane Zingg
MUSICA: Philippe Sarde
FOTOGRAFIA: Julien Hirsch
VESTUARIO: Khadija Zeggaï.
SITIO OFICIAL


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LA NAVE DE LOS LOCOS

La demencia entendida como una desviación de las normas sociales, no encontró jamás un fundamento científicos que la explique. Durante la Edad Media, la teoría pasó de una perspectiva monacal, que la vinculó con un hechizo o una posesión diabólica, a un enfoque más técnico en donde consideraba que el afectado podría tener una piedra en su cabeza. Desde el principio de los tiempos la locura transmite miedo y la prevención más efectiva que se encontró fue el encierro. Con la llegada del Renacimiento se acabaron los exorcismos y las trepanaciones de cráneos. La solución más práctica para erradicarla fue la llamada nave de los locos, donde los malsanos eran librados a su suerte en un barco sin timón.

Esta idea descabellada surgió a partir de una obra satírica y moralista publicada en Basilea, en 1494, por el teólogo y jurista Sebastian Brant. Su título original en alemán era Das Ilustración original que aparece en Das NarrenschiffNarrenschiff y su traducción al latín fue Stultifera Navis; expresión que terminó por castellanizarse como La nave de los locos. Esta odisea inspirada en el viaje de los Argonautas, es un largo poema compuesto por 2079 octosílabos pareados, en donde se describe el periplo de 111 personajes de diferente extracción social -cada uno de los cuales encarna un vicio humano- hacia el país de la Locagonia (locura).

Esta parábola de una sociedad que perdió las amarras y se embarcó en busca de la razón, tuvo gran repercusión en el siglo XV. Los escritos de Brant sirvieron de inspiración a pintores como Pieter Brueghel,
Hyeronimus Van Aeken (mejor conocido como el Bosco) y Alberto Durero. Incluso, fue la pieza que hizo mover los pensamientos de Erasmo de Roterdam para componer el Elogio de la locura y sus Adagios.

En uno de los
capítulos del ensayo Historia de la locura, Michael Foucault sostieuna nave de los locos más modernane que el Narrenschiff podría tener una existencia verídica, como un bajel que cruzaba los ríos de Renania y los canales flamencos con su cargamento de insensatos, despojando a las ciudades de la enorme carga que éstos suponían. Así, el filósofo francés considera que: “Hacia el otro mundo es adonde parte el loco en su loca barquilla; es del otro mundo de donde viene cuando desembarca. La navegación del loco es, a la vez, distribución rigurosa y tránsito absoluto”.

Para los ocupantes de la Stultifera Navis que gastan sus horas en una prisión sin itinerario. Y aunque nunca pidieron subirse, ya no tendrán forma de abandonarla.

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CULTURA POP

Edie y su fugaz paso por la famaLa sensual Edith Minturn Sedgwick lo tenía todo. Era carismática, seductora, inteligente y provenía de una familia influyente de la aristocracia norteamericana. Pero como muchas veces eso no alcanza, salió a buscar más. Corrían los años 60 y los Estados Unidos despachaba tropas a Vietnam. Los movimientos pacifistas se extendían por toda la costa de aquel país, pregonando amor, desenfreno y drogas. Edie llegó a New York en aquella época, escapando de un padre maníaco depresivo que abusó de ella durante toda su infancia. Esa apariencia de Marilyn afrancesada le abrió las puertas de la noche y también, las de su propia decadencia.

Pese a ser educada con los principios del conservadurismo más austero, la chica se paseaba en limusina de un club a otro, organizaba fiestas estrafalarias que duraban días enteros, consumiendo drogas y despilfarrando una herencia que sus antepasados habías acumulado por generaciones. Pronto dejó sus estudios para dedicarse a la actuación y el modelaje. Como Edie Sedgwick se ajustaba a los estereotipos de la belleza sesentista, empezó a posar para revistas de quinceañeras como Vogue. Al igual que Jane Shrimpton o Twiggy, era frágil, de huesos finos y rasgos aniñados.

Hasta que en una fiesta, el publicista Lester Persky le presentó a
Andy Warhol. El artista quedó encandilado por sus rasgos, la forma en que sostenía el cigarrillo entre sus dedos y la tristeza de su mirar. Esa misma noche le propuso hacer una película juntos. Así, la hermosa Edie pasaba a formar parte de la influyente Factory. En 1965, el espacio ubicado en el número 231 de la calle 47 se había convertido en el cenit del arte. Allí se daba cita la elite cultural de Manhatan junto con algunos yonquis amanerados. Desde Rudolph Nureyev, Tennessee Williams, Jackson Pollock, Jane Fonda, William Burroughs, Judy Garland, Roy Liechtenstein, Jim Morrison y Lou Reed.

Se los consideraba la
pareja perfecta. A Warhol le fascinaba ese aire de refinamiento desinteresado que sólo poseían los nobles. Mientras ella descubría un mundo de glamour y excesos. En esta simbiosis enfermiza, Edie se cortó el pelo como él y se lo tiñó de plateado. Andy se compró las mismas camisas y así salían a divertirse. Juntos viajaron por el mundo, rodaron dieciséis filmes olvidable y las multitudes se agolpaban en las puertas de las galerías o los teatros sólo para verlos llegar. Pero un buen día el idilio llegó a su fin.

La contracara de aquel universo pop estaba encarnada en Bob Dylan, portavoz del círculo que frecuentaba el
Chelsea Hotel. El odio entre bohemios y vanguardistas era categórico. Acaso para fastidiar a Warhol, el cantautor buscó la amistad de Edie y la afinidad fue inmediata. Como Andy nunca le pagó un centavo por actuar en sus películas, Dylan la convenció para que le solicitara una gratificación. Pero el artista alegaba que sus rodajes eran piezas de arte que no dejaban dinero. A todo esto, las adicciones empezaban a acorralar a Sedgwick, a quien se le hacía cada vez más difícil conseguir un proveedor para sus vicios.

La relación que deslumbró a toda una sociedad se agotaba en un año y medio de intensidad. Cansado de los incesantes reclamos de dinero y los problemas con los estupefacientes, Warhol le dio la espalda a su musa para manipular un nuevo juguete, el grupo
Velvet Underground. Edie corrió a refugiarse en el Chelsea Hotel y allí todos la convencieron de que su carrera artística despegaría definitivamente. Incluso, Dylan compuso Like a Rolling Stone (Highway 61 Revisited - 1965), Just Like a Woman y otros éxitos del álbum Blonde on Blonde (1966) pensando en ella.

Por su apego a los narcóticos las grandes marcas le rescindieron su contrato. Entonces, la chica de 22 años a quien todos deseaban, se dio cuenta que había sido engañada. Nunca sería famosa, porque nadie pretendía grabar un disco con ella o contratar a una drogadicta para un
papel protagónico. Buscando recuperarse volvió a la casa de sus padres, se recluyó en varias clínicas de rehabilitación, fue internada en hospitales por sobredosis. Por aquel entonces su cuerpo estaba hinchado por los estimulantes y sus pensamientos divagaban sin cesar. Cuando recordaba a la Factory lo hacía para responsabilizar a Warhol de sus adicciones. En alguno de aquellos sanatorios, conoció a Michael Post y se casó con él. A los 28 años, Edie parecía alcanzar la estabilidad emocional. Pero a los cuatro meses, su marido la encontró muerta por una sobredosis de barbitúricos.

Cuando Andy Warhol se enteró de la noticia sólo atinó a decir con voz quebradiza “que irá a pasar con todo ese dinero”, a lo que alguien le respondió “nada, porque desde años que está en banca rota” y todos acompañaron la risa forzada del hombre de pelo plateado.

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ORGULLO NACIONAL

El Zorzal, fileteado

Carlos Gardel, fallecido hace 73 años en un accidente aéreo en Medellín, Colombia, fue un cantante y compositor naturalizado argentino, considerado como el tanguero más representativo de la milonga porteña. Hasta estas líneas, todas las versiones parecen coincidir. Pero si uno empieza a indagar en su biografía, encontrará que dos naciones vecinas se arrogan el origen del mito. Los uruguayos afirman que nació en Tacuarembó (390 Km al norte de Montevideo), mientras que galos y argentinos sostienen que es oriundo de la ciudad francesa de Toulouse y que su verdadero nombre es Charles Romuald Gardes. ¿Puede haber dos razones para una sola verdad?

La justicia dirá: “A confesión de partes, relevo de pruebas”. Así que en ambas orillas agitaron el papeleo burocrático como lanzas de campaña. En el testamento que el “Morocho del Abasto” realizó en 1933, dice haber nacido en Toulouse y ser hijo de Berta Gardes, una planchadora que llegó al país a los 25 años. Sin embargo, investigadores uruguayos sostienen que Gardel fue hijo de Carlos Escayola, un terrateniente de ese país, quien en realidad, entregó el niño a Berta, una mesera sentimental, para su crianza.

Más allá de estas disputas que no lograron aportar ningún elemento decoroso, para estas tierras la figura de Gardel está asociada a la palabra tangorioplatenses el tema pasó a ser
cuestión de estado. Así, para demostrar cuánto se lo aprecia, en Uruguay se fijó la fecha de su muerte como el “día del cantor” y se imprimieron sellos postales celebrando su lugar de su nacimiento. En la argentina, donde a Carlos Gardel se lo considera el emblema de la música porteña, no fue hasta 2006 que el gobierno decretó que la tumba del Zorzal, junto con la de su madre, alojados en el cementerio de la Chacarita, sea considerado un sepulcro histórico.

Tres verdades tres. Primer dato axiomático: Gardel no nació en la Argentina. Segundo: que la tal Berta desempeñó el papel de madre. Tercer dato consensuado: que Gardel era un ídolo indiscutido. ¿Se necesita algo más?
El resto, es un mito que escapa a cualquier exactitud. Y antes de pelear por algo que no tiene reparación, recordar aquel fraseo del “El Jilguero de Balvanera” cuando trina: Por una cabeza de un noble potrillo/que justo en la raya afloja al llegar/y que al regresar parece decir: No olvides, hermano, vos sabés que no hay que jugar...

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EL EXPERIMENTO

Si bien los teléfonos celulares y los hornos microondas operan en la misma radiofrecuencia y emiten radiaciones electromagnéticas, la diferencia entre estos “equipos primos” radica en la amplitud de la onda. Mientras las terminales trabajan con una potencia de entre 15W y 50W (Watt por kilogramo de masa), un microondas opera entre los 950W y los 1250W. Lo cierto es que se han escrito infinidad de artículos sobre las nefastas consecuencias que estos aparatos ocasionan a la salud de las personas. Pero que ocurriría si alguien intentara someter un móvil a las ondas electromagnéticas del horno, por un período inferior a los 20 segundos. La respuesta del interrogante a continuación.



[No recomendable para practicar en una casa]
Aclaración Legal, Ley 19.1212 -Orden JUS/5548/2006

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LOS OTROS YO

La personalidad de Tracey Berkowitz se multiplicaEl trastorno de identidad disociativa se reconoce por la existencia de una o más personalidades dentro del mismo cuerpo. Uno de los ejemplos más célebres en literatura es El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde, donde una de las personalidades asumía el control del comportamiento. El cine supo sacar partido de esta afección para hacer reír (Me, Myself & Irene -2000) para pegar un giro en el final (Fight Club - 1999) o asustar (The Shining -1980). Pero nunca hasta The Tracey Fragments se intentó abordar el tema con la seriedad y el respeto que se merece.

El director de este filme experimental es el canadiense Bruce McDonald, quien para exponer las vicisitudes del trastorno bipolar, durante todo el filme exhibe la pantalla escindida en varios fragmentos, al mejor estilo cómic. Y en cada una de estas divisiones se muestran diferentes perspectivas de una misma escena. En algunas ocasiones la toma se corta en tres franjas que, con una leve desincronización, sirve para traslucir pasado, presente y futuro de una acción. Otras veces, las voces de los personajes repartidos en las viñetas se superponen, logrando un efecto de caos particular.

La protagonista de este drama juvenil es Ellen Page. Acaso la frescura en su rostro o la actitud seca con que aborda el personaje de adolescente, la haya investido como el arquetipo de la colegiala conflictuada. Siempre bajo un mismo papel, hizo su aparición en Hard Candy (2005), lo fortaleció en
An American Crime (2007) y se terminó por consagrar con Juno (2007). Sin dudas The Tracey Fragments es su actuación más lograda.

De qué va. Una adolescente se escapa de su casa para ir a buscar a un hermano menor que se ha perdido. En esta suerte de tour de force por la ciudad, se irán sucediendo diferentes situaciones.

Las escenas están fragmentadas como si fueran viñetas de un cómicAl hueso. Uno de los síntomas del trastorno de personalidad múltiple está asociado a la pérdida de la memoria a corto y largo plazo. Entre sus causas más comunes se cuenta el haber sufrido abusos físicos o psicológicos durante la infancia. En el caso de Tracey se suma la falta de cariño ante experiencias dolorosas. Así, la figura del padre es de una autoridad opresiva y violenta, mientras que la madre, juega el papel de una mujer ausente con severos problemas de autoestima. Para separar todos esos recuerdos agraviantes, que le ronda por la cabeza, la niña debe recurrir a las siguientes afirmaciones “Me llamo Tracey Berkowitz, tengo 15 años. Soy una chica normal”. Pero muchas veces no consigue articular con claridad y se le superponen otras identidades: “Tracey Berkowitz. Tracey Zerowitz. Cuarenta bajo Zerowitz. Mira esto. Tracey Berkowitz, Billy Zero.”

Pese a como están presentadas las imágenes que componen el mosaico de la realidad, hay que reconocer que el filme no aburre en ningún momento, pero llega un punto que seguir esa construcción de formas, se vuelve agotador. A modo de respiro, cada tantos cuadros, McDonald realiza un enfoque limpio de un rostro o intercala un plano completo de algún personaje, para que la vista pueda descansar de semejante tensión visual.

En definitiva. Una historia valiente, contada desde una óptica subjetiva, que puede volver la transmisión por momentos onírica y en otras experimental.
Score 6/10

Afiche de The Tracey FragmentsTITULO: The Tracey Fragments
ESTRENO: sin fecha en la Argentina
ORIGEN: Canadá
AÑO: 2007
DURACION: 77 minutos
DIRECTOR: Bruce McDonald
REPARTO: Libby Adams ( Young Tracey Berkowitz), Shawn Ahmed (Satanic Cashier), Stephen Amell (Police Officer), Jackie Brown (Mrs. Dorchester),
Ari Cohen (Mr. Berkowitz), Ryan Cooley (David)
GUION: Maureen Medved (Novela: Maureen Medved)
MUSICA: Broken Social Scene
FOTOGRAFIA: Steve Cosens
SITIO OFICIAL

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MONTAÑA RUSA

João Guilherme es encontrado con 6 kilos de la pura

La figura del narcotraficante está asociada al poder, la lujuria y la muerte. Películas como Scarface (1983) y Traffic (2000) se encargaron de enaltecer esta creencia, al mostrar la ascensión y el ocaso de personajes inescrupulosos. Pero no siempre lo bueno llega en frasco chico o únicamente los bandidos se cubren el rostro con un antifaz. Lejos de ensayar una apología sobre el tema, el filme Meu nome não é Johnny ofrece una mirada diferente sobre el mundo de los “dealears”. Más cerca del romanticismo de Blow (2001) que de la sanguinaria Cidade de Deus (2002), esta producción brasileña bate récordes en su país.

Basada en hechos reales, extraídos del libro homónimo del periodista Guilherme Fiúza, el filme fue visto en los primeros meses por cerca de 1,7 millones de espectadores. Su director, el paulista Mauro Lima, proviene del ámbito del videoclip, donde logró cierto prestigio al trabajar con el grupo Afroreggae, Caetano Veloso y Jorge Mautner. Luego de rodar cuatro filmes con escasa repercusión internacional -desde lo artístico- su deuda sigue pendiente. No así desde la óptica comercial, donde ya saldó con creces todos sus compromisos.

Para darle vida a João Guilherme Estrella, uno de los mayores comerciantes de droga que existió en el sur de Río de Janeiro, Lima optó por actores favorecidos por la pantalla chica. El protagonista, Selton Mello, se hizo popular en el medio local por sus apariciones en telenovelas (Tropicaliente -1994, A Indomada - 1997), al igual que su novia en la ficción, la bella Cléo Pires (Ciranda de Pedra - 2008 Cobras e Lagartos - 2006). Con todos estos antecedentes, uno podría esperar lo peor, pero nuevamente, la razón vuelve a estar del lado de la producción.

De qué va. Expone la vida de un joven de clase media que, casi sin proponérselo, se convirtió en uno de los distribuidores de cocaína más importantes que tuvo Río de Janeiro en la década de los 90'.

Al hueso. Salvo un comienzo Estrella con el cartel de preso demorado por excesivos flashback, escenas que no aportan nada al contexto y otras que permanecen sin resolver, en líneas generales, se puede afirmar que el filme cumple con lo pautado, que es contar una historia entretenida. Parte del mérito recae sobre la vuelta que aplicó Lima para presentar a João Guilherme y hacer creíble esta aventura. Porque si hay algo curioso para referir, es que el joven no pensaba que vender cocaína –en las cantidades que lo hacía- fuera contra la ley. Y no es por un problema moral que le impedía distinguir el bien del mal, sino porque jamás se consideró a sí mismo un narcotraficante. Lo hacía para consumir sin limitaciones y poder invitar a sus amigos a la fiesta permanente que se celebraba en su casa.

En definitiva. Sin prometer nada fuera de lo común y con una ambientación lograda, es un filme para ver sin grandes expectativas.
Score 6/10

TITULO: Meu nome não é Johnny
Afiche de Meu nome não é Johnny ESTRENO: sin fecha en la Argentina
ORIGEN: Brasil
AÑO: 2008
DURACION: 129 minutos
DIRECTOR: Mauro Lima
REPARTO: Selton Mello (João Guilherme Estrella), Cleo Pires (Sofia), Júlia Lemmertz (madre), Cássia Kiss (jueza), Eva Todor (D. Marly), André di Biasi (Alex), Ângelo Paes Leme (Julinho), Rafaela Mandelli (Laura), Giulio Lopes (Padre)
GUION: Mariza Leão (Novela: Guilherme Fiúza)
MUSICA: Fabio y Fael Mondego
FOTOGRAFIA: Ulrich Burtin
SITIO OFICIAL

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PROXIMOS ESTRENOS

Los vendedores de humo no descansan. Atentos a cualquier mecanismo que obstruya la capacidad de compra, están siempre urdiendo métodos engañosos para vulnerar la resistencia de los consumidores. La nueva estrategia de estos "creativos" apunta al negocio editorial. Y el invento con el que pretenden captar a los lectores desprevenidos son los booktrailer. Sí, aunque resulte increíble, para vender libros montaron el mismo sistema de promoción que tan buen resultado dio a los videojuegos y las películas. Y si al principio esta idea puede resultar un tanto extravagante, al cabo de un par de éxitos de venta, se volverá una sana costumbre.

Decir que los hábitos de lectura fueron opacados por la urgencia de la imagen no es hacer ciencia. Desde hace décadas que la literatura se convirtió en un pasatiempo en extinción. Pero de ahí a reducir todas las publicaciones a un “coming soon” cinematográfico, se corre el riesgo de que el antídoto sea más dañino que el propio malestar. Porque una obra, para ser reconocida, dependería más de la técnica de edición que de la capacidad narrativa de su autor.

Y como la poderosa maquinaria del elogio jamás se detiene, las producciones de corte hollywoodenses serán reservadas para los best seller, los directores independientes se harán cargo de los textos alternativos y las vanguardias se ocuparán de las obras más elitistas. ¿Qué pasará con la poesía? Para conocer la respuesta de este interrogante, basta con ver el trailer de Las flores del mal, de Charles Baudelaire. [Próximamente, en su librería de confianza ...]




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TODO CAMBIA

Cuando aquel impulso adolescente del que habló Kurt Donald Cobain se extingue, ¿la tragedia es la única ruta de escape o se puede optar por una lenta madurez? Tratando de responder a estos y otros interrogantes, Beck aparece con Modern Guilt, un disco que constituye la antítesis de Mellow Gold (1994), en donde ser un “loser” era motivo de orgullo. Letras metafísicas que hablan sobre castigos y conspiraciones, climas anochecidos, la colaboración de Cat Power y para adoquinar aquel subsuelo, la co-producción de Danger Mouse.

La crisis hormonal que hoy se manifiesta en su décimo trabajo empezó a gestarse en 2002, cuando en Sea Change dejó de mirar de adentro hacia afuera para convertirse en un buzo de sus emociones. Pero cuando tres años más tarde se presentó con Güero, escoltado por los Dust Brothers y sus lucecitas multicolores, se pensó que había sido una falsa alarma. Lo cierto es que 33 minutos de sonidos acompasados repartidos en 10 canciones, le alcanzan para demostrar que todo cambia.

Y si es verdad que un disco empieza por la tapa y no desde los parlantes, este es un perfecto ejemplo de armonía. Los cinco primeros temas no tienen desperdicio, por la mitad empieza a perder altura y vuelve a recuperar rigor casi al final. El primer tema es Orphans y la voz taciturna de Chan Marshall marca un medio tempo de fondo que le otorga la cuota necesaria de luto. El corte de difusión es Chemtrails, en donde sostiene que la estela que dejan los jet en el aire es una suerte de spray fabricado por el gobierno con oscuros propósitos. En el coro se pregunta "¿Tantas personas, donde van?" (So many people, where do they go?) y la respuesta parece ser que todos terminan en un mismo lugar.

El track más logrado es aquel que da título a la placa, donde una base simple pero sólida recuerda al People are Strange de los Doors. En Walls el pesimismo de Marshall se pega a una letra que reza: "Hay días en que estamos peor de lo que puedes imaginarte y cómo se supone que viva con eso" (Some days, we're worse than you can imagine/And how am I supposed to live with that?).
Y qué se puede hacer ante tanta sinceridad.

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EL ORIGEN DEL MIEDO

Christopher Lee protagonizó al vampiro en siete películasCorría el año 1934 y el actor Will Hammer se asociaba con la distribuidora Exclusive y daba origen a la productora británica Hammer Films, considerada un referente en materia de terror gótico y ciencia ficción. A lo largo de su historia, alternó la gloria con el fracaso: fue enterrada y volvió a resucitar en varias ocasiones. En su lucha por la subsistencia fue testigo del nacimiento de la televisión, las calamidades de la Segunda guerra mundial y el auge de las películas clase B. Siempre dentro del mismo género, en los 70’ apostó por los filmes eróticos, en los 80’ produjo una serie de televisión, en los 90’ se tomó un descanso y actualmente, realiza una miniserie por Internet. Pasen y vean.

En su segunda fundación, la Hammer Films Production pasó a la posteridad gracias a la dupla actoral compuesta por Peter Cushing y Christopher Lee. Esta pareja antagónica rodó cerca de 22 películas (14 con otras productoras) desde La Maldición de Frankenstein (1957) hasta el cierre en la saga de La Guerra de las galaxias, donde personificaron en distintas épocas, al conde Dooko y al Gran Moff Tarkin. Sus criaturas más célebres fueron Drácula, el Barón Frankenstein, Sherlock Holmes, la Momia, el hombre-lobo, entre otros. Acaso por su memorable personificación del conde drácula -cuya capa vistió en siete ocasiones- Lee fue identificado como el malo y Cushing jugó de perseguidor.
La Maldición de Frankenstein marcó el inicio de la terna  Peter Cushing, Christopher Lee, Terence Fisher
Y si bien en sus inicios Hammer Films se dedicó a las comedias y la intriga, no fue hasta su desembarco en los Estados Unidos que la mítica realizadora conoció el placer del miedo. Pero si Peter Cushing y Christopher Lee eran los rostros del espanto, el director Terence Fisher fue el visionario que impuso un estilo tan despiadado como preciosista. Se lo recuerda por ser el primero en filmar terror en Technicolor. Entre cortos, series, pilotos y unitarios, Fisher contabilizó un total de 200 filmes. Entre sus éxitos más significativos se cuenta: Horror of Dracula (Drácula - 1958), The Hound of the Baskervilles (El perro de Baskerville - 1958), The Mummy (La Momia -1959), The Curse of the Werewolf (La maldición del hombre lobo - 1960) y The Gorgon (La Gorgona – 1964). A él le siguieron otros buenos directores como Val Guest, John Gilling, Roy Ward Baker, Seth Holt y Freddie Francis, pero ninguno logró emular sus condiciones.

En los setenta la productora volvió a cambiar de pelaje. La fórmula del negocio era sangre + erotismo= cine bizarro. De lo poco que se salva de las llamas aparece: Countess Dracula (La Condesa Dracula - 1971), Blood from the Mummy's Tomb (Sangre en la tumba de la Momia - 1971), Vampire Circus (El circo de los Vampiros - 1972) y The Legend of The Seven Golden Vampiros (Kung Fu contra los siete vampiros de oro - 1974).
Antes de su decadencia definitiva quedaba la televisión, donde a principios de los 80’ confeccionó los 13 episodios de Hammer House of Horror.
La versión de La momia de 1959, con Peter Cushing y Christopher Lee, dirigida por Terence Fisher, fue restaurada a color en el año 1987
Pero como en los siguientes 28 años ninguno de sus herederos se presentó a reclamar el cadáver, un grupo inversor adquirió la marca y apostó por el formato virtual. Beyond the rave, consta de 20 episodios de 4 minutos, que se estrenan semanalmente por MySpace. Dirigido por Matthias Hoen, la historia trata sobre un soldado inglés que en una fiesta electrónica pierde amigos y prometida a manos de unos vampiros bailarines. ¿Qué seguirá después?

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REENCUENTRO

Gabriel Byrne,  Max von Sydow, Susan Sarandon y de espaldas, Christopher Plummer

El pasado no siempre es lo que ocurrió sino también aquello que nunca termina de suceder. Muchas veces, las consecuencias del ayer se mezclan con el presente bajo la forma de recuerdos quietos. De esa cárcel temporal que arma la memoria trata Emotional Arithmetic, un filme en donde se refleja la carga que representa ser un sobreviviente al holocausto luego de 65 años. Un elenco de figuras experimentadas que actúan con la simplicidad de lo cotidiano y un guión rico en claroscuros, son los engranajes motores con los que cuenta esta producción.

La historia tiene como trasfondo los campo de Drancy -por el barrio al noreste de Paris donde se ubicaba- una zona de tránsito entre campos de concentración, para contener a los judíos extranjeros residentes en Francia. Estuvo bajo el mando de la policía francesa hasta que fue traspasado a los nazis en el año 1942. Se estima que unos 70 mil prisioneros pasaron por sus instalaciones hasta que en 1944 los alemanes comenzaron a deportar a los cautivos hacia otros destinos. La gran mayoría fue a parar a Auschwitz-Birkenau y unos pocos, al campo de exterminio de Sobibor. En Emotional Arithmetic este contexto funciona como la mecha que da lugar a la explosión.

Pero la trama que está decidido a contar Paolo Barzman, no está rodeada de alambres de púas ni de insignias relucientes. Por el contrario, transcurre en la campiña canadiense de Québec y la familia afincada en aquella abstracción bucólica vive sin preocupaciones. Pero las apariencias engañan y lo que por fuera es amor y felicidad, en la intimidad de los habitantes se irá convirtiendo en amargura y reproches. Pero para visitar la incomodidad no habrá prisa ni desmesuras y la trama se irá desarrollando progresivamente, al tiempo que los personajes elijan para referir sus tormentos.

De qué va. Después de buscarlo durante años, Melanie (Susan Sarandon) descubre que Jakob Bronski (Max von Sydow) está internado en un hospital psiquiátrico y sin dudarlo, lo invita a vivir a su casa. Pero aquel viejo ermitaño llegará con una sorpresa que hará revivir los traumas de antaño.

Al hueso. Con frecuencia se dice que un gran equipo necesita de un técnico de igual prestigio Christopher y Melanie tienen mucho para contarsepara sacarlo adelante. Esta regla tácita puede servir para explicar por qué Emotional Arithmetic no se convirtió en una gran película. Paolo Barzman es un debutante cargado de buenas intenciones a las que nunca termina de redondear, porque da la sensación de que algo se le escapa. Para que un objeto brille hay que pulirlo a conciencia pero también, ponerle un poco de carácter. Entre debilidades y flaquezas, Barzman se encontró en la pista de un circo lleno de fieras a las que no consigue domesticar. De todos modos, la distracción del espectador está garantizada, no por virtud del domador sino por mérito de sus leones.

En definitiva. Un típico filme independiente con escasa pomposidad escénica y un guión pausado, para quienes busquen una reflexión antes que un pasatiempo.
Score 6/10

TITULO: Emotional Arithmetic Afiche de Emotional Arithmetic
ESTRENO: (Sin fecha en Argentina)
ORIGEN: Canadá
AÑO: 2008
DURACION: 99 minutos
DIRECTOR: Paolo Barzman
REPARTO: Susan Sarandon (Melanie Winters), Christopher Plummer (David Winters), Gabriel Byrne (Christopher Lewis), Roy Dupuis (Benjamin Winters), Max von Sydow (Jakob Bronski), Dakota Goyo (Timmy Winters), Domini Blythe (Jane Radley), Kris Holden-Reid (Jakob de joven), Regan Jewitt (Melanie de joven), Alexandre Nachi (Christopher de joven)
GUION: Jefferson Lewis; basado en la novela de Matt Cohen
MUSICA: Normand Corbeil
FOTOGRAFIA: Luc Montpellier
MONTAJE: Arthur Tarnowski
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EL PODER DEL MITO

El jardín de las delicias de Hyeronimus BoschAl igual que el sistema de creencias compartido por la mitología greco romana, este paralelismo se repitió en otras doctrinas como ocurrió con la tradición egipcio-cristiana. Acaso porque todos los cultos nacen de un mismo principio fundador que es la moral. La transmisión oral de estas enseñanzas sirvió para fijar los valores de las antiguas comunidades, articuladas a través de relatos simbólicos que permitían contar la historia de un pueblo, incorporar enseñanzas espirituales y planteos metafísicos. Pero como la sociedad moderna perdió la confianza en los mitos, no quedaron argumentos para explicar el odio, las guerras o el amor.

A esta campaña de desaliento se suma Zeitgeist, un documental de libre distribución, que también se lo puede ver desde Google videos. La primer parte de esta exposición maniqueísta de la historia, se dedica a marcar las coincidencias de Jesucristo con las del dios egipcio Horus, quien amaneció unos 3 mil años antes.
Así, refiere que esta deidad representada con cabeza de halcón y cuerpo humano, fue bautizada a la edad de 30 años por alguien llamado Anup, que era seguido por 12 discípulos, fue hacedor de milagros y luego de ser traicionado por Typhon, terminó en la cruz. También, que Horus fue enterrado y resucitó a los tres días de muerto. Estos mismos hechos hacen referencia a otros profetas como Dionisio de Grecia, Mithra de Persia, Krishna en la India, nacido de la virgen Devaki y muchos más.
Lo cierto es que al terminar de ver Zeitgeist no se deduce cuando empieza la crítica y donde concluye el hallazgo. ¿Acaso porque su propósito es anunciar que todos los dioses son uno? ¿Que es prudente desconfiar de las religiones? ¿O que la única verdad está en The Matrix? Quien sabe.

Y lo que en el filme se presenta como una clave arqueológica, es un axioma que nadie discute. Sin ir tan lejos, Joseph Campbell, uno de los investigadores más prestigioEl Ojo de Horus es un símbolo de características mágicas, purificadoras, sanadoras, emblema solar que encarnaba el orden, lo imperturbado, el estado perfecto.sos sobre cultos ancestrales, declara que "los modernos estudios que sistemáticamente han comparado mitos y ritos de la humanidad, han encontrado por todas partes leyendas sobre vírgenes que han concebido héroes que murieron y nacieron." Tampoco se trata de negar que los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, la cual -erróneamente- los evoca como historias reales. Porque su función no es manipular a sus fieles sino otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales de la humanidad. Una sociedad sin mitos es una sociedad que rechaza su herencia. Que no cree en el pasado, porque perdió la memoria. Y la única ley que reconoce es la del acero.

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MATAR LOS CIELOS

Don Friedrich Wilhelm Nietzsche fue uno de los intelectuales que más influyó en el dogma contemporáneo. Si bien abordó diferentes enfoques, el eje de su pensamiento lo constituyen: la voluntad de poder, el superhombre, la auto superación de la moral y el eterno retorno. Una de sus máximas más celebradas dice que “Dios ha muerto”, a través de la cual pretende desenmascarar los intereses que subyacen en la genealogía de los criterios morales. Porque pensar al ser desde la razón ha consistido históricamente en asumir a Dios como garante y fundamento del ser. Pero Dios [atentos con esto] no es más que un concepto creado por el hombre como reacción y defensa conceptual ante el imparable devenir de la vida, de la realidad y de la muerte.

Según Nietzsche, la muerte de Dios es, en realidad, la ruptura con el monoteísmo cristiano, para quienes sólo existe un Dios y una verdad única. Y la consecuencia de aquella muerte es el colapso de los valores vigentes de la sociedad occidental.

Si bien el tema es bastante más profundo de lo que aquí se presenta, los caminos de la simplicidad ofrecen diferentes atajos. Otra forma de entender esta metáfora es a través de un corto de ciencia ficción llamado Beauty is the Promise of Happiness, de Jon Yeo, del que seguramente el señor Friedrich se sentiría orgulloso si lo llegara a ver.






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ENEMIGO SILENCIOSO

el miedo se avecina a la ciudadEn una sociedad en donde todas las piezas encajan sin fricción, un desajuste en alguna de sus articulaciones puede significar la desintegración de aquel andamiaje colectivo. Parte de esta fantasía apocalíptica se reconstruye en El Fin de los Tiempos, un filme en donde se muestra como las estructuras de un Estado de control colapsan ante la amenaza de una fuerza indefinida. Pero a diferencia de otros títulos similares como Cloverfield (2008), I Am Legend (2007), o War of the Worlds (2005) en donde existe un adversario concreto, en este caso, la lucha es contra la propia desesperación.

Luego de la resbaladiza Lady in the Water (2006), el director M. Night Shyamalan vuelve a una de sus especialidades: películas de suspenso basadas en un enigma. Así, el único conflicto que bordea el relato puede aparecer de entrada, como en El Fin de los Tiempos, o develarse progresivamente como en Signs (2002). Pero en todos los casos, la historia esconde un pequeño secreto que mantiene la llama del relato hasta el final y en algunas ocasiones (The Village - 2004) se resuelve en el último fotograma y en otras, como en The Sixth Sense (1999), da un giro inesperado a la narración.


Uno de los aspectos destacados en la filmografía de Shyamalan es la prudente dosificación del espanto. El mismo no brilla por su exceso pero una correcta distribución en las escenas claves, garantiza la continuidad de una historia creíble en donde nada sobra pero tampoco hay algo que le falte. Esta virtud para crear climas de suspenso y colocarlo justo que cuando la trama decae por su peso, lo convierte en una de las cámaras más talentosas y personales de Hollywood.

De qué va. Algo insólito les ocurre a los habitantes de New York, quienes empiezan a actuar extrañamente. Este comportamiento anormal, de a poco, se propaga a otras ciudades de la Costa Este del país.

Al hueso. A Shyamalan se lo acusa de poco pretencioso y de que sus filmes sugieren más de lo dos mujeres buscan defenderse de la amenaza ecológicaque exhiben. Y es cierto. Pero una de las características de este director indio es su fascinación por los acontecimientos particulares antes que por otros de carácter general. El tópico de la infección masiva que extermina a la población, puede ser tratado con una visión más integral, como en 28 week later (2007), o ensayar una aproximación más intimista del conflicto -como en El Fin de los Tiempos- donde la cámara sigue el rastro de tres sobrevivientes que buscan una explicación a los hechos. Pero a diferencia de trabajos anteriores, esta película se destaca por un libreto menos original, giros un poco más previsibles y un horror más visual que alusivo. Sin embargo, conserva la austeridad narrativa de siempre y el lirismo necesario para convertir el horror en algo bello.

En definitiva. Una historia que no va a defraudar a sus seguidores y mantendrá en tensión a quienes busquen diversión, una trama interesante y algo de suspenso.
Score 6/10

TITULO: El Fin de los Tiempos Afiche de The happening
ORIGINAL: The Happening
ESTRENO: 19 de junio del 2008 (en Argentina)
ORIGEN: EE-UU.
AÑO: 2008
DURACION: 90 minutos
DIRECTOR: M. Night Shyamalan
REPARTO: Mark Wahlberg (Elliot Moore), Zooey Deschanel (Alma Moore), John Leguizamo (Julian), Betty Buckley (Sra. Jones)
GUION: M. Night Shyamalan.
MUSICA: James Newton Howard
FOTOGRAFIA: Tak Fujimoto
MONTAJE: Conrad Buff
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AMANSAR A LAS FIERAS

la música logra adaptarse a la era digial pero la industria todavía noSi hay un lema que impuso el mercantilismo más desenfrenado es el de adaptación o decadencia. La posibilidad de que el pasado se convierta en presente está dada por su capacidad de mutación. Uno de los objetos que más transformaciones experimentó en los últimos tiempos fue la música. En el transcurso de 10 años, el Long Play fue devorado por el CD, quien a su vez sucumbió bajo el acento del MP3. El soporte también sufrió modificaciones. Los tocadiscos, los CD player y demás reproductores digitales quedaron reducidos a un aparatito celular. ¿Será este el futuro de la música?

Mientras la inoperancia de la industria discográfica está llevando a pique un negocio millonario, los equipos móviles empiezan a tomar el control de la situación. Y lo primero que intentan hacer adoración por la tecnología móviles conocer los hábitos de sus clientes. Un estudio realizado por una compañía de teléfonos reveló que a los jóvenes entre 18 y 24 años no les interesa comprar el disco completo sino apenas un tema. El 48% practican lo que se conoce como Sound Snacking, es decir, escuchar no más de 20 o 30 segundos de cada canción. Siguiendo con las estadísticas, hay un 14% que escucha un fragmento para relajarse, un 47% para animarse, el 14% lo emplea como motivador para ir al trabajo y completa el 3% que lo usa para despertarse y otro 3% para fomentar el romanticismo.

No quedan dudas de la ubicuidad del sonido, porque hasta
la ropa viene con música incorporada. En otra investigación se descubrió que el 87% declara que su interés por la música se incrementó desde que poseen un dispositivo portátil de música digital. El grupo de edad comprendido entre los 19 y 24 años pasa 27 horas de la semana con música, mientras que a partir de los 30, la intensidad sonora decrece. En cuanto a los géneros que más retumban en el mundo, el 35% se identifica con el pop, seguido por un 21% del rock. En la retaguardia, el dance asoma con apenas un 8% y cierra la música clásica con un 7%.

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VUELTA AL MUNDO

Tomasz Gudzowaty y Judit Berekai, Polonia/Hungría, Yours Gallery/Focus Fotoagentur. Un grupo de personas practican yoga en la ciudad de Varanasi, India. Anteriormente conocida como Benares, Varanasi es una de las ciudades más viejas del mundo y es uno de los centros para el estudio y la práctica del yoga

La fundación World Press Photo organiza anualmente el World Press Photo of the Year, el concurso más prestigioso de la fotografía periodística. Su objetivo es apoyar y difundir la labor de los fotógrafos de prensa. Muchos de los trabajos que están en la galería de finalistas recorrieron el mundo, ya que son testimonios que ocuparon las páginas de revistas y periódicos durante 2007 y parte de 2008. Para quienes nunca vieron las imágenes, constituye un acercamiento a la noticia. Para aquellos que las conocen, es una forma de no entregarse al olvido.

El sistema de selección distingue un ganador anual y entrega varios premios a otras categorías como Deportes, Información general, Retrato, Estilos de vida, Naturaleza, entre otros. Vale mencionar que en el apartado Arte y entretenimiento, el segundo premio lo obtuvo el italiano Stefano De Luigi por un retrato de la actriz Martina Gusmán en el filme Leonera. Se destacan también las fotos de Francesco Zizola sobre la violencia en Colombia. A continuación, otros algunas fotos impactantes.

créditos: John Moore, USA, Getty ImagesEl mismo día en que fue asesinada la primer ex ministra y líder opositora paquistaní Benazir Bhutto,
se produjo otro atentado en las afueras de Rawalpindi. En una concentración política llevada a cabo por los seguidores de otro dirigente de la oposición. El artefacto explosivo cobró al menos 20 víctimas.


Créditos: Stephen Morrison, Canada, European Pressphoto AgencyCientos de manifestantes de la oposición en el vecindario de Kibera, en Nairobi, tomaron las calles y quemaron casas y locales comerciales, minutos después de que el presidente Mwai Kibaki fue declarado ganador de unas disputadas elecciones en Kenia.

créditos: Christopher Anderson, Canada, Magnum Photos para National Geographic MagazineUn grupo de chicos juegan en las colinas de Bethlehem. Cerca de unos 180 mil palestino y 24 mil cristianos residen en Bethlehem, en territorio palestino. Actualmente, hay en aquel lugar cerca de 80 mil judíos afincados.

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CASI HUMANO

la fantasía de un escriba automatizadoLas criaturas mecánicas han despertado la curiosidad del hombre desde épocas tempranas. En el siglo XIII, el monje Alberto Magno creó la primer “cabeza parlante” con vidrio, hierro y cuero. La misma fue destruida por su discípulo Santo Tomás de Aquino, por considerarla una obra del demonio. Otro de los que probó suerte fue el gran Leonardo Da Vinci, quien ensambló al menos dos de estos cuerpos artificiales. Hasta el propio René Descartes ideó un muñeco animado con el aspecto de su fallecida hija Francine. Pero acaso el hacedor más virtuoso de todos los tiempos haya sido Pierre Jaquet-Droz.

Mucho antes de los replicantes de Blade Runner y de las leyes robóticas de Isaac Asimos, este relojero suizo -en el año 1772- junto a su hijo Henri-Louis, dio vida a tres autómatas casi perfectos: el dibujante, la pianista y el escritor. Por su estatura, de unos 70 centímetros y las expresiones del rostro, se los compara con niños de 3 años. Estos prodigios de la ingeniería fueron contemplada por reyes y emperadores tanto de Europa como de China, India o Japón.

Quizás el más aterrador haya sido el escritor, que fue el plos tres autómatas de Pierre Jaquet-Drozrimero de estos tres organismos con sangre de aserrín. Compuesto por 6 mil piezas, el pequeño es capaz de reproducir una caligrafía de amanuense, respetando los espacios y la ortografía. Pero lo más asombrosos es la naturalidad de sus gestos. Mientras escribe, puede recorrer el texto con la vista, mojar la pluma en el tintero, sacudirla ligeramente para que no manchar la hoja y mirar hacia el vacío antes de cada trazo. Gracias a una rueda que permite seleccionar los caracteres y el orden en el que deben apuntarse, puede componer frases en varios idiomas.

la ingeniería en el brazo de la pianistaEl Dibujante, hecho en colaboración con el artesano Jean Frédéric Leschot, estaba integrado por unas 2.000 partes y podía completar hasta cuatro dibujos: un retrato de Luis XV, una pareja real, un perro y un angelito que viaja en una carroza tirada por una mariposa. Estaba “programado” para respetar los cuatro pasos del dibujo académico: esbozo con lápiz, repaso de las líneas, sombreado y retoques finales. Al igual que el anterior imita el comportamiento del hombre. Toma distancia de la obra para estudiar la perspectiva, sopla el papel para eliminar los rastros de polvo y mueve los ojos en varias direcciones.

La particularidad de la pianista es que el sonido no está grabado, sino que seres acoplados con piezas de relojeríala mujer ejecuta con sus dedos la melodía del órgano. Está formada por 2.500 engranajes y puede interpretar 5 piezas musicales, compuestas por Henri-Louis. Entre sus gracias, cambia la mirada de las teclas al pentagrama, inclina el cuerpo, toma aire y al finalizar cada ejecución, hace una reverencia.

Los tres autómatas son una de las atracciones del museo de Arte e Historia de
Neuchâtel, en la región de los lagos suizos. Otro sitio para descubrir fantásticas creaciones y conseguir alguna que otra ganga es en la Automates et boites à musique.

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RESISTIRE

obra sobre la represión policial

Hay historias que por la honestidad de su desdicha, merecen escaparse del olvido. Este es el caso del escritor uruguayo y ex dirigente tupamaro Mauricio Rosencof, quien pasó 13 años (1972-1985) de su vida en una prisión. Aunque el reconocimiento de la industria cinematográfica se filtró por el hueco más delgado. Las cartas no llegaron es un libro publicado en 2004, donde el narrador imagina un intercambio de correspondencia con sus antepasados polacos. Esta historia será convertida al celuloide por el director italiano Giuseppe Ferrara, el mismo de la recordada El caso Moro (1986).

El “ruso” Rosencof fue uno de los nueve dirigentes tupamaros conocidos como "los rehenes", que pasó varios años enterrado en un pozo de 2 por 1, incomunicado y sin agua. Los padecimientos de este militante del Movimiento de Liberación Nacional fueron relatados en los tres tomos de "Memorias del calabozo" (1988-1989), escritos en colaboración con Eleuterio Fernández Huidobro.

Una de sus piezas más populares es La Margarita, que tuvo una dehojando la margaritaconcepción de lo más curioso. En uno de los tantos días de cautiverio un guardia le pregunta a Rosencof si él era escritor. Ante el gesto afirmativo del recluso, el uniformado transmite “el sargento ordena que le escriba una carta a su novia”. Este favor inesperado fue recompensado por el militar con víveres, cigarrillos y otros beneficios. El propio Rosencof reseña que ya tenía aquellos versos en mente “cuando un soldado me dejó la parte de adentro de una birome, la escribí en hojillas de fumar y la metí en el dobladillo de la ropa que mandaban a lavar a casa cada mes y medio. Así salió La Margarita”.


Esta historia tierna que pudo suceder en cualquier arrabal montevideano, tiene como protagonista a una chica humilde llamada Margarita. Acaso haya sido Jaime Roos, quien al musicalizar los poemas de Rosencof en 1994, les entregó carácter inmoral a sus estrofas. A continuación, la letra de Golondrinas, uno de los temas de La Margarita que mejor reflejan una época de ideologías y sentimientos auténticos:

Al salir del Metropol,
íbamos a un bar,
para hablar como mayores,
del futuro..

Era un tema manso, sin apuros
y el futuro, enorme, a qué apurar,
a qué apurar?

Allí, dichosos, nos dejábamos estar,
todo era diáfano, fácil, seguro,
cuando en su universo,
poético y puro, llegaba el mozo,
qué van a tomar?
y qué van a tomar?

Entonces lo mirábamos de medio lado,
con el desdén de los soñadores,
y con el yunte, apenas murmurado,
ella volvía a colgar cortinas de colores ,
y en la pared de un patio sombreado ,

golondrinas de yeso y otros primores...

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